MotoGP 2015: ¿Por qué cae mal Jorge Lorenzo?
Diego de Arístegui
Antes de explicar ¿por qué cae mal Jorge Lorenzo?, hay que dejar claro que el mallorquín es un piloto único y que marcará un antes y un después en el Mundial de MotoGP. Con un talento descomunal y una forma de trabajar ejemplar, un sueño para cualquier jefe de mecánicos, telemétrico, utillero persona de su entorno laboral. Lorenzo es como un reloj suizo en todo lo que tiene que ver con su cometido, ir rápido sobre su Yamaha M1 y batir a todos sus rivales.
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Sin embargo, esa perfección no le ha sido suficiente para conseguir la simpatía de toda la afición. Tiene su grupo de seguidores, que es muy grande y los cuales le adoran, y no sólo ellos, sino muchas más personas. Pero a diferencia con otros pilotos, sus detractores suelen hacer más ruido o están más a la vista. Un sector del público que no simpatiza con el mallorquín.
Los famosos pitos
A raíz de lo que sucedió en Montmeló el pasado fin de semana, donde Lorenzo recibió pitos de la grada, bien porque se trataba de aficionados de Rossi o de Márquez, o simplemente de gente que pitaba al himno nacional, con toda la polémica que ha habido con el fútbol, pero que no viene al caso. Esta situación sirve para extrapolar un hecho, y es que Lorenzo es un piloto que no cae tan bien como otros.
Para poder explicar este hecho, hay que remontarse a unos años atrás, cuando Lorenzo corría en 125cc. De sobra conocidos fueron sus problemas con su padre, al que tuvo que apartar de su entorno para poder seguir adelante por un buen camino. Más adelante, en su época de 250cc, Lorenzo terminó prescindiendo de su mánager hasta ese momento, Dani Amatriain. Todas estas situaciones moldearon el carácter de Lorenzo, haciéndolo menos accesible y algo desconfiado, lo que también repercutió en su carisma de cara a la afición. A diferencia de otros pilotos de su generación como Dani Pedrosa, a Lorenzo no se le veía como el yerno perfecto.
Un carácter difícil que no ha calado en la afición.
En este sentido, otro de los obstáculos con los que ha tenido que lidiar Lorenzo a lo largo de su carrera ha sido el de ser el malo de la película. En 250cc fue el único rival capaz de hacer sombra a Pedrosa, el piloto querido de aquella época por los españoles. Ver que el mimado podía ser derrotado o perjudicado deportivamente provocó que los aficionados no vieran con buenos ojos a Lorenzo.
El que enterró a Rossi en Yamaha
Por si esto no fuera poco, cuando Lorenzo sube a MotoGP le toca bailar con la más fea, Valentino Rossi. El que para muchos es el mejor piloto de la historia y el que para mi gusto es el más querido por todos los aficionados del motociclismo vio con recelo cómo un torbellino procedente de las Baleares acampaba en Yamaha para dar mucho que hablar, y vamos si lo hizo.
Aunque a mucha gente le duela, fue Jorge Lorenzo el piloto que le enseñó a Valentino Rossi que había otro piloto mejor que él y que sabía llevar la Yamaha más rápido que el nueve veces campeón del mundo. Por decirlo de una manera un tanto basta, Lorenzo fue el jubiló por primera vez deportivamente a Rossi, que tuvo que hacer las maletas y marcharse a Ducati porque en Yamaha había un nuevo número 1. Ese hecho tampoco gustó en el público, porque a nadie le cae mal Valentino. Había que buscar al responsable y la diana era Jorge, y ahí se volvieron a vivir momentos complicados por parte de la afición hacia Lorenzo.
El dolor de cabeza de Márquez
Más recientemente, en concreto esta temporada, Lorenzo ha sido uno de los culpables deportivos de la crisis que afronta Marc Márquez en estos momentos. Márquez, otro piloto que encandila a las masas, y que ahora sufre. Cuando la afición española debería estar orgullosa de tener a otro representante capaz de ganar el campeonato, un título que ya os digo que va a ganar, la gente no se alegra, o no lo hace de la misma manera que con Márquez. De hecho mucha gente en España prefiere que gane Rossi a Lorenzo, y eso no termina de estar bien.
Márquez está sucumbiendo este año ante el empuje de Lorenzo.
Por último, y como otro argumento de la antipatía que genera Lorenzo, hay que fijarse en sus victorias. El 99 casi siempre que gana, por no decir siempre, lo hace dando un severo correctivo a sus rivales. Les mete 5,10 o 15 segundos en carrera, dejándolos en ridículo. Pero ganar así no le gusta al aficionado, porque prefiere lucha sin cuartel hasta la última vuelta. Es difícil recordar una victoria de Lorenzo tras un cuerpo a cuerpo. A mí se me viene a la cabeza Silverstone 2013, con Márquez, pero poco más.
Una forma de ganar que disgusta emocionalmente
No hay que morderse la lengua en estos casos, la mayoría de las veces que gana Lorenzo son carreras aburridas y sin 'chicha'. Fijaros en Mugello o en Motegi el año pasado. Eso tampoco ayuda a que la gente disfrute de su pilotaje, que es espectacular. Quizás con más triunfos 'apurados' la gente estaría encantada con Lorenzo como lo está con Márquez o Rossi, pero no sucede.
Las victorias de Lorenzo suelen resolverse en las primeras vueltas.
Independientemente de todo esto, y eso Jorge lo sabe como nadie, a final de año el piloto que más contento está es el que gana el título, no el que firma más autográfos o se hace más 'selfies' con el tendido. Por encima de todo son profesionales que hacen un trabajo por el que les pagan, y esa filosofía es la que mantiene Jorge Lorenzo. A quién le guste genial, y a quién no pues también. Son formas diferentes de afrontar las carreras, maneras que, de llevar al éxito, son igual de efectivas, da igual el resultado para y con la gente. Lorenzo quiere ganar, luchará por ello y lo conseguirá. Cuando eso sucede todos deben estar felices, incluso aquellos a los que les cae mal, porque Lorenzo, aunque duela, no es un piloto que guste en todas las familias.
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