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Grandes coches que no triunfaron: Seat 1200

Seat Sport1200 Sport 'Bocanegra' en un rally de regularidad

Hoy volvemos a viajar hacia atrás en nuestra serie de 'Grandes coches que no triunfaron' para homenajear como merece al mal llamado Seat 1200. Así mencionado, puede que no te diga gran cosa, pero si además de ver la foto lees el nombre completo (1200 Sport) y el apodo con el que se le conocía este coche por su moldura del frontal, 'Bocanegra', será más fácil lograr el efecto '¡Ah...!'. 

Y no es que precisamente se fabricaran muchas unidades, lo que fue una pena, ya que el Seat 1200/1430 Sport es uno de los Seat más genuinos de la historia, puesto que fue el primero en proyectarse y desarrollarse totalmente al margen de Fiat (en el Centro Técnico de Martorell), matriz gracias a la que la marca española fabricaba en Barcelona modelos bajo licencia desde 1953. 

Pasados ya los años 50 -de la recuperación económica enmarcados en la autarquía del régimen franquista- y de el llamado 'desarrollismo'- de los 60, la década siguiente es cierto que había empezado con mal pie, dado que la crisis del petróleo de 1973 había vuelto la mirada hacia modelos pequeños y ahorradores por parte de fabricantes y conductores. 

Las peculiaridades del emergente mercado español también habían posibilitado pequeños escarceos al margen de los diseños italianos. Por ejemplo, el Seat 600 se había cortado, estirado y dotado aquí de cuatro puertas y se había vendido como Seat 800, para aquellas familias que necesitaban algo más de espacio y facilidades para cargar su 'Pelotilla' hasta los topes. 

El pequeño 'Seílla' había hecho todo lo posible por crecer transformado, además, en comercial y furgoneta, con caja detrás o como furgoneta completa, de la mano de carroceros como Costa o Siata, por no hablar de aquellas creaciones 'de lujo' sobre la misma base (600 Tarraco), tanto en forma de mini berlina como de coche campero (600 Jungla) e incluso de deportivo (600 Milton)...

Por no hablar de otras creaciones de Seat sin réplica italiana, como el Seat 850 cuatro puertas o el 127 ídem, que luego pasaría a tener portón en tres y cinco y cuyo éxito de variantes sí que acabaría completando también luego el catálogo de aquel otro país mediterráneo. Sin embargo, ¿qué sentido tenía hacer un vehículo como el Bocanegra?

Seat-1200-Sport-Bocanegra

Pues que a pesar de los pesares y de las dificultades energéticas, en nuestro país tener un coche ya no era un privilegio reservado sólo a los más pudientes y había otro tipo de compradores que se podían permitir coches más de capricho, por mucho que hoy veamos a nuestro coche protagonista como un deportivo de acceso

De hecho, el proyecto se plantea como casi un compacto de dos puertas con líneas coupé que pudiera seducir con sus líneas modernas y colores vivos a una persona relativamente joven o a una pareja con un par de hijos pequeños, incluso, que quisieran un algo pintón, con habitabilidad para cuatro plazas (era más que un 2+2), algo de maletero y cierta agilidad sin consumos disparados. 

Seat Sport Bocanegra 1430

Fabricante

Y todo parte a principios de la década con una escisión en Costa, que deriva en la empresa de Tarrasa Inducar -de ahí los logos laterales 'IC'- comandada por Antoni Amat, para hacer un modelo nuevo sobre la plataforma del 127. Así, el diseño se inspiró en el prototipo que Aldo Sessano había tratado de producir para NSU... pero frustrado por la adquisición de esta marca por Audi

Finalmente, con el 'OK' de Seat, Amat y Sessano dieron a luz el llamativo 'Bocanegra' -apodo que tardará bastante en consagrarse y será especialmente fuera de Cataluña-, presentado en 1976 como Seat Sport, dejando claras desde el principio sus aspiraciones prestacionales. Y como lo hace con el bloque básico del 124, de 1.197 cc y 67 CV, pues se bautiza como Seat 1200 Sport

Esta elección mecánica, delantera transversal y con transmisión (cuatro marchas) del 127 también al eje anterior se debe a la intención de desmarcarse claramente del Seat 850 Sport Coupé con motor 903 trasero, caja de cambios y tracción posterior, para que tuviera sentido el salto a un modelo claramente más moderno y superior en respuesta, equipamiento, velocidad (155 km/h)... y precio. 

Pero aunque no era precisamente barato para la época (270.000 pesetas para un PIB per cápita en el año 76 de 219.463), enamoraba por sus formas, su sonido, sus prestaciones, sus butacas con reposacabezas integrados y ese puesto de mando con dos grandes esferas para velocímetro y cuentavueltas y otras tres pequeñas más 'racing' para la temperatura, el voltímetro y el aceite. 

Un Seat 128 3p y un 1200/1430 Sport 'Bocanegra', en el Jarama.
Un Seat 128 3p y un 1200/1430 Sport 'Bocanegra', en el Jarama.

Para mayor gloria de los clientes potenciales, desde 1977, se ofreció con el mítico motor '1430', con 1.438 cc, 77 CV y hasta 165 km/h y algunos refuerzos estructurales. Sin embargo, además de tener que convivir y competir con otras mecánicas más potentes y biárbol como las de los 124, el verdadero enemigo volvió a estar en casa, aunque también venía de 'fuera': el 128 3p

Escudándose en razones estratégicas, Fiat obligó a su filial española a fabricar en 1977 la versión tres puertas del 128 para colocar un sobrante de carrocerías y, además, hacer sombra al bonito, y deportivo 'Golf español' -como lo siguen llamando hoy algunos alemanes en los certámenes de clásicos-, que cesaría su producción definitivamente en 1979, tras un total de sólo 19.431 unidades.  

  

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