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Test de 100.000 km: BMW 320d xDrive GT Aut.

El test de 100.000 km con el BMW 320d xDrive GT nos ha dejado con un sabor agridulce. Es un gran coche, muy amplio y perfecto para viajar de la manera más relajada posible, aunque por otra parte ha tenido algunos pequeños detalles que no le han hecho subir posiciones en la lista. Mención aparte merece la admiración que despierta entre los amigos de lo ajeno.

Cuando conduje por primera vez este BMW 320d GT para el test de 100.000km, escuché piar. Era un gorrión, que entusiasmó a mi hija pequeña, y nos acompañó gran parte del trayecto. Suena a broma, ¿verdad? Pues es totalmente cierto. Tal vez el pajarillo vino porque el BMW Serie 3 GT, de algún modo, es como un ave afilada. Su silueta acaba en una zaga que bien podría ser la cola de un pájaro. Vale, hay modelos de BMW más elegantes. Pero si nos ceñimos al interior, tengo que decir que la marca rara vez ha creado coches tan prácticos. El conductor va sentado en un trono seis centímetros más alto y en las plazas traseras dos colegas de dos metros de alto van con mucha holgura. El espacio para las piernas es sobresaliente, el maletero, gigantesco. "¡Quién necesita un BMW Serie 5 Touring!", escribió en la bitácora un compañero de redacción después de usar el coche para transportar material audiovisual para una producción de vídeo. 

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Por eso, este afilado BMW Serie 3 GT (con un precio base de 39.900 euros, 2.000 más que un 320d Touring) es el perfecto compañero de viajes largos que ofrece la marca, un vehículo con el que tragar kilómetros hasta llegar a los 100.000 km de nuestro test de larga duración sin despeinarse. Si lo condimentas con la interminable lista de extras, el precio subirá hasta el infinito. "El coche soñado para millonarios viajeros", escribió otro colega de AUTO BILD. Algunos extras no los habríamos elegido, como por ejemplo la tracción integral xDrive que sube el precio de esta berlina de 4,82 metros considerablemente (2.600 euros) y también el peso, en 50 kilos. O la dirección deportiva variable de 254 euros. ¿Por qué? Porque la de serie ya es excepcional.

Como lo es el Head-up Display (1.116 euros), que incluso con mucho sol incidiendo en el parabrisas se ve perfectamente. Lo mismo puede decirse del sistema de navegación, que ofrece información de atascos en tiempo real con una exactitud abrumadora. Este conjunto multimedia completo, incluida la pantalla y el mando de control tiene un funcionamiento intachable. Una pena que haya que pagar 2.836 euros por él. Aquí, BMW se lo pone muy fácil a los ladrones.

Ok, lo mejor es tener un seguro a todo riesgo que cubra este tipo de imprevistos. Pero eso no evita que este BMW tuviera que estar dos semanas en taller con motivo de dos robos muy similares. En la segunda visita, nos lo devolvieron sin el cambio de aceite hecho, que ya le tocaba. Tuvimos que llamar para concertar otra cita. Y eso, después de tanta espera, nos enervó bastante.

 

Y también tuvo un par de fallos en la electrónica. En el primero de ellos, la pantalla del cuadro de mandos nos avisó a los 32.016 kilómetros: "Fallo en la cámara de visión trasera". Y lo cierto es que el sistema de ayuda al aparcamiento funcionaba, pero había un defecto de software, como demostró la diagnosis en taller. Por su parte, en el kilómetro 53.300 el motor empezó a dar tirones. Como no cesaba, en el mantenimiento de los 60.000 kilómetros cambiaron en el taller el dispositivo de control del cambio. Vuelta a empezar. Eso sí, los tirones desaparecieron.

Y eso que hablamos de la excelente transmisión automática de ocho velocidades, que en nuestro test de duración recibió muchos piropos. Sobre todo en modo Eco Pro el entusiasmo fue unánime: "Da la impresión de que se conociera las carreteras de antemano", escribió un compañero. El navegador da consejos sobre la ruta elegida, de cuándo el conductor debe dosificar el acelerador y ahorrar combustible. Y casi siempre acertaba. 

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Y es que no queda duda de que el BMW Serie 3 GT es el rey de los viajes. La porción extra de batalla le da un confort de rodadura y una capacidad de filtrar baches que deja en evidencia al BMW Serie 3 normal. El excelente confort en línea recta (no todos los BMW lo ofrecen) solo se ve algo mermado con los neumáticos de invierno de Pirelli. Sus bandas de rodadura suenan más de lo habitual y hay que decir que no todos los cristales de las ventanillas encajan perfectamente en las gomas de estanqueidad. Aunque una cosa sí nos ha sorprendido: la luna trasera, incluso con lluvia torrencial, permanece seca. Y sin limpiaparabrisas. Esto demuestra que en BMW han hecho un excelente trabajo con la aerodinámica. 

Aunque claro, su diseño afilado, con la cintura muy alta y las ventanillas inclinadas penaliza la visibilidad. Y tampoco es un prodigio a la hora de aparcar. Con un radio de giro de 11,8 metros, las calles estrechas en ciudad pueden ser un problema. 

En marcha, en frío y por tráfico urbano, la tosca respuesta de su motor diésel de 184 CV no nos ha gustado demasiado, porque no casa con el elegante planteamiento del coche. En 2015 BMW lo cambió por el actual de 190 CV, un poco más refinado en su funcionamiento.

Cuando los especialistas de DEKRA destriparon el coche, encontraron una grieta en uno de los pistones. "Motivo para preocuparse", nos dijo uno de los técnicos. “No suele ser habitual", nos respondió BMW. ¿Y los ruidos que vinieron de la parte trasera durante el test? Un poco de grasa basta para solucionarlo. Pero esto no lo hemos visto en otros modelos de BMW. Tras el minucioso análisis, solo ha obtenido un ocho de nota.

Pero, en cualquier caso, nos ha encantado como compañero de viaje. Por eso nos apena que BMW no garantice su continuidad, ni la del Gran Coupé. Podría crear un solo modelo a partir de los dos. Lo que está claro es que, el BMW Serie 3 GT será una auténtica joya el mercado de segunda mano. 

Si después de leer este test de 100.000km del BMW Serie 3 GT no tienes claro qué coche comprar, echa un vistazo a nuestro recomendador de coches, quizás te pueda sacar de dudas.

Valoración

Nota9

El test de 100.000 km con el BMW 320d xDrive GT nos ha dejado con un sabor agridulce. Es un gran coche, muy amplio y perfecto para viajar de la manera más relajada

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