Opel Grandland X Hybrid4: probamos el primer híbrido de la marca

Con la prueba del Opel Grandland X PHEV parece que los fabricantes están apostando por los híbridos enchufables con más fuerza. Y en el fondo tiene sentido, ya que se permiten el lujo de homologar unos consumos muy bajos con el fin de salir vivos de la norma que entra en vigor el año que viene: el nivel de emisiones medio de los coches vendidos este 2020 tiene que ser de 95 gramos de CO2 por kilómetro.

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Ahora ha sido Opel, pero hace nada fue Toyota, con su Rav4 enchufable, quien añadió un modelo más, pero también puedes echar un vistazo a los Citroën C5 Aircross, Peugeot 3008 o incluso DS7 enchufables... aunque bueno, en realidad es lógico, pues estos tres últimos comparten algo más que grupo: todos utilizan la plataforma EMP2.

En el caso del Grandland X enchufable, además hay algo que está genial, y es que en la marca han optado por ofrecerlo con dos motorizaciones diferentes para llegar a un público más amplio.

El SUV más grande de Opel (al menos por ahora, pues la plataforma puede admitir un modelo del segmento D, es decir, un escalón superior) tiene dos versiones, una con tracción integral y 300 CV y una de tracción delantera con 225. Como suele ser habitual en estos casos, el modelo 4x4 utiliza dos motores eléctricos para mover ambos ejes y, de paso, ganar esos 75 CV de potencia con respecto al 4x2, que prescinde del propulsor eléctrico en el eje trasero. Menos peso, menos potencia... y también menos precio, porque cuesta unos 10.000 euros más barato.

¿Cómo va el Opel Grandland X PHEV de 300CV?

Pero ahora vayamos directos a la prueba del Grandland X PHEV. Estoy al volante de la variante más potente, ya que el otro aún no ha entrado en producción. Cuenta con un propulsor de gasolina 1.6 turbo de 200 CV (el 4x2, 180) que cuenta con la ayuda de dos propulsores eléctricos. El delantero está ubicado entre el motor térmico y la caja de cambios, mientras que el trasero se ubicajunto al eje trasero multilink.

Los 300 CV se extraen de combinar la fuerza del cuatro cilindros y los de los dos eléctricos: el delantero tiene 110 y el posterior, 113. Pisa a fondo y sentirás un empuje importante y suficiente para lanzar los casi 1.900 kilos a velocidades serias. En la marca aún no han dado el dato oficial de la masa, pero sí su relación peso-potencia: 6,3 kg/CV. Es decir: 6,3*300=1.890 kilos.

Al volante se siente un modelo potente y con una gran calidad de rodadura, especialmente en línea recta o en recorridos sencillos, lo que tiene toda su lógica, pues este no va a ser un coche con el que vayas a salir a hacer un tramo de montaña con tus amigos del Club Lotus Elise. Esa sensación se consigue por unas suspensiones firmes, pero no duras, una dirección con peso cuando gana velocidad y a una insonorización conseguida. 

Casi toda la prueba del Opel Grandland X PHEV tiene lugar por parte de la Selva Negra en Alemania. Como ya te he comentado, en línea recta tiene buena pisada, es cómodo y bastante silencioso incluso a velocidades elevadas, cuando el 1.6 también está en funcionamiento. ¿Y a la hora de enfilar carreteras con curvas? A un ritmo normal apenas se nota que llevas unos 375 kilos de más con respecto al Grandland X 1.6 Turbo de 180 CV automático. La parte buena es que ni las baterías ni los motores eléctricos influyen especialmente en las inercias. Eso sí, lo sentirás al pisar el freno: no tiene mal tacto, pero le cuesta algo más detenerlo. Pero podrás pasarlo razonablemente bien sin sufrir mucho subviraje, cabeceos o balanceos indeseables.

Como no puede ser de otro modo, están los modos de conducción. Al Sport, en el que el 1.6 funciona todo el rato y la respuesta de los componentes es más inmediata, etc, etc, etc, también se le une un modo 4x4 y los casi obligatorios eléctrico puro (el modo en el que arranca por defecto) e híbrido, que no funciona nada mal.

Como curiosidad, los Grandland X enchufables llevan un led azul en el retrovisor para decirle al mundo que se está moviendo en modo eléctrico. ¿Crees que es una tontería? En algunas ciudades ya se está empezando a pensar que en situaciones de protocolo ambiental solo los coches que se puedan mover en modo eléctrico puedan circular, así que esto sería un primer paso ante esta situación...

En cuanto al 4x4, como suele ocurrir, la tracción no depende del nivel de carga de la batería, pues es el propio motor el que funciona como generador, por lo que siempre va a haber energía disponible para mover los dos ejes en caso de necesidad. 

Con cambio automático convencional

Una de las cosas que más que gusta es la caja de cambios. Es una automática de ocho velocidades, por lo que puedes respirar aliviado y olvidarte de las temibles CVT que serán muy eficientes, pero arruinan cualquier atisbo de placer de conducción. Y en un coche de este tipo esto último es muy discutible... al menos desde el punto de vista tradicional.

Porque en realidad la prueba ha sido cómoda y agradable. Al volante del Grandland X PHEV he disfrutado de un habitáculo espacioso y unos asientos de buen mullido y forma. La espalda apoya bien y quizá me hubiera gustado un poco más de apoyo lumbar, aunque no he llegado a hacer tantos kilómetros como para terminar cansado de conducir.

Como ocurre en sus hermanos de plataforma, detrás hay mucho espacio para dos personas y el habitual para el que le toque ir en el medio. La postura del asiento es tirando a relajada y la visibilidad, buena, aunque no tanto como la que puede ofrecer un Citroën C5 Aircross.

Quizá te preguntes cuánta autonomía tiene el Opel Grandland X Hybrid4. Pues bien: con el enchufable se han permitido el lujo de homologar 59 km con un consumo de 1,3 litros cada 100 km y unas emisiones de 29 gramos. No, yo tampoco me lo creo, pero lo cierto es que durante los 125 kilómetros de esta prueba, el Grandland X no ha superado los 5,0 litros, lo que no está tampoco nada mal, sobre todo teniendo en cuenta que no he ido buscando el consumo más bajo precisamente y que he conducido por carreteras de montaña en las que he hecho varios adelantamientos.

En cuanto al tiempo de carga, con su batería de 13,2 kWh, necesita apenas una hora y 50 minutos a 7,4 kWh, aunque de serie el modelo solo viene preparado para una toma de 3,2 y el resto son opcionales. Si quieres cargarlo en casa con un enchufe normal de 1,8, necesitarás siete horas y 10 minutos.

Precio del Opel Grandland Hybrid4

Los SUV híbridos enchufables no son baratos, precisamente. En el caso del Opel Grandland X Hybrid4, esto se confirma, aunque es justo reconocer que existe una campaña que deja el precio del modelo a unos niveles relativamente razonables.

Esta versión solo se ofrece con el acabado Ultimate, que incluye asientos con calefacción y ventilación, navegador conectado, llantas de 19", parabrisas calefactado, sistema de aparcamiento con cámara 360, sensor de ángulo muerto...

En todo caso, como resumen de la prueba del Opel Grandland X Hybrid4, se puede decir que se trata de un SUV compacto muy cómodo, con un precio en la línea de sus competidores y con suficiente encanto como para atraer por sí mismo a los compradores que busquen un modelo de este tipo.