Logo Autobild.es

Duelo Abarth: 124 Spider vs 595 Competizione

Una marca, dos conceptos muy diferentes: es el duelo del Abarth 124 Spider vs 595 Competizione. ¿Cuál de los dos Abarth es más radical y rabiosamente deportivo? Los juntamos en un circuito para comprobarlo.

Motorizaciones comparadas:

Lugar: Nürburgring. El mejor circuito para exprimir a estas dos creaciones de Abarth y comprobar cuál tiene más "escorpión" dentro. Duelo Abarth: 124 Spider vs 595 Competizione.

Con la resurrección del Fiat 500, llegó la resurrección de Abarth. Y con la llegada del Fiat 124 Spider, la marca por fin tiene un verdadero deportivo en sus filas. Nosotros nos subimos a los dos para ver cuál "pica" más con su aguijón.Ya nada más arrancar, uno se da cuenta de que el Abarth 124 Spider es un deportivo con todas las de la ley. El cockpit es estrecho, la postura al volante extremadamente baja. Miro a la derecha, y sonrío al encontrarme un cambio manual de toda la vida. Tal vez me consideres algo conservador pero, para mí, un deportivo puro debe tener una caja manual. Y un sonido embriagador. Y apretar el botón de encendido es verse recompensado: a través de las válvulas de escape, el rugido es furioso, mucho más de lo que uno esperaría de un bloque de 170 CV. Queda claro: los italianos saben de sonido y diseño. Y es que la carrocería del 124 Spider es endiabladamente irresistible. El capó en negro es un homenaje claro al legendario Fiat 124 Spider clásico de los 60 y los 70. ¿Y cómo se comporta en circuito? No perdamos más tiempo.

Aquí tienes el Abarth 124 Spider en acción:

Para aclimatarme, primero conduzco en modo Normal. La entrega de gas, para tratarse de un 1,4 litros turbo de cuatro cilindros, es sorprendentemente directa. El empuje es poderoso gracias a lo poco que pesa el conjunto, podría ser mejor: acelera de 0 a 100 km/h en solo 6,8 segundos. Añade a eso una palanca con los recorridos muy cortos y precisos, que es todo un disfrute manejar.  

La dirección es directa y suficientemente comunicativa, pero el comportamiento general no es todo lo puntiagudo que esperaba: si entro demasiado rápido en una curva, la zaga enseguida quiere ponerse a mi altura, y el ESP entra en acción de forma muy masiva, frenando el coche... Y la diversión. De modo que activo el modo Sport. Y como por arte de magia, la electrónica se vuelve más permisiva y se eleva la diversión. Ahora, el comportamiento me recuerda al del Toyota GT86: si quiero driftar, el ESP puedo desactivar el ESP del todo. Pero dejémoslo para otro día: hoy llueve, y no es momento para locuras con el circuito mojado.

Momento de ir a boxes y cambiar de montura. Entro en el 595 Competizione. Me decepciona que Abarth no haya rebajado la altura de los asientos: igual que en el Fiat 500, me siento como en el taburete de una barra de bar. Pero eso no impide que esta sea una máquina de diversión pura. Como tiene un turbo más grande, entrega 10 CV más que el 124 Spider. El resultado es claro: conducir este 595 Competizione en circuito es un atracón sin fin de diversión. 

Los recorridos del cambio son cortos, aunque no tan precisos como en el Spider. Los frenos Brembo cogen su temperatura ideal tras un par de vueltas y detienen este coche de 1.100 kilos con poderío. El chasis es un prodigio: el diferencial bloqueable de nuevo desarrollo regula la fuerza entre las ruedas delanteras a la perfección. Si logras que subvire, es que conduces como un hooligan. Si lo llevas con sutileza, entra y sale de las curvas con una limpieza pasmosa, y a velocidades de infarto. A diferencia del 124 Spider, que es un propulsión trasera puro, no requiere un tiempo de adaptación: el 595 Competizione es endiabladamente rápido y fácil de llevar. 

Conclusión

Los dos son capaces de picarte con su aguijón: el 124 Spider con su halo clásico, su diseño irresistible y su excelente cambio. El 595 Competizione con una efectividad pasmosa en circuito. ¿Con cuál te quedarías? Si aún quieres seguir buscando, encuentra tu coche rápidamente en nuestro recomendador. 

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.