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Comparativa:BMW X4/Jaguar F-Pace/Mercedes GLC/Porsche Macan

Los cuatro van "vestidos" con carrocerías deportivas. Pero en esta comparativa del BMW X4 vs Jaguar F-Pace, Mercedes GLC y Porsche Macan, nos queda claro que no es algo meramente estético. Estos SUV prometen muchas sensaciones al volante.

Motorizaciones comparadas:

Los cuatro tienen diseños imponentes, casi amenazadores. Los cuatro llevan motores muy potentes, y tecnología avanzada para que su elevado peso y altura respecto al suelo apenas se noten. Nos ponemos al volante y los enfrentamos. Comparativa: BMW X4/Jaguar F-Pace/Mercedes GLC/Porsche Macan.

Los cuatro recurren a mecánicas gasolina de tres litros y seis cilindros, que cautivan con su potencia, pero también con su sonido, que puedes controlar por medio de las mariposas de sus escapes. El BMW X4 M40i, aun con su agresivo aspecto, se revela también como un vehículo perfectamente utilizable en el día a día y cómodo para viajar, gracias a una dirección suave, asientos amplios y un chasis que no descuida el confort. Pero lo que más impresiona al conducirlo es su motor, que rinde 360 CV y 465 Nm de par máximo. Empuja con fuerza inusitada ya desde la zona baja del cuentavueltas, y se lleva a las mil maravillas con el cambio automático. Es el único seis cilindros en línea de la comparativa y su sonido, a partir de las 4.000 vueltas, recuerda al de un coche de competición. Solo ensombrece un poco la impresión general el leve receso que se toma el turbo, no solo al arrancar: también cuando pisas a fondo a 3.000 revoluciones. 

En este sentido, el motor del Jaguar F-Pace S, con sus 380 CV y 450 Nm de par, tiene una reacción más espontánea. Y no sorprende, si tenemos en cuenta que no utiliza para sobrealimentarse un compresor de escape, sino uno gestionado por el propio motor. Resultado: el Jaguar no tiene que esperar a la presión de carga tras pisar el acelerador. Simplemente, el empuje está ahí. Y por eso, su tres litros V6 se siente más bien como un enorme atmosférico de 4,5 litros. Su sonido también es único. En una conducción relajada es contenido y confortable, pero en cuanto pisas a fondo, despierta la bestia, con el sonido de su compresor subrayando de fondo. Una delicia para los amantes de los motores clásicos.

Aqui tienes el Jaguar F-Pace en acción:

En marcha, el Jaguar exige más al conductor que el BMW. Hay que agarrar el volante con mayor decisión en curvas, sobre baches continuados responde con algún golpeteo, sus asientos son más firmes de lo habitual, pero en general aportan comodidad para viajes largos. Además, el F-Pace ofrece mucho espacio interior, especialmente en el maletero.El Mercedes AMG GLC 43 tiene el aspecto más imponente, con su pronunciado espoiler delantero y su faldón trasero. Los cinturones de seguridad son en rojo fuego, y añade cuatro salidas de escape sobredimensionadas. Su abombado volante, muy ergonómico, pone la guinda a un ambiente indiscutiblemente deportivo. 

Por contra, el Mercedes sorprende por el confort de sus suspensiones. Y es que, más que como un deportivo para devorar curvas, está concebido como un SUV muy veloz para realizar largos viajes. Y es que, aun con sus enormes ruedas, filtra las irregularidades sin que prácticamente te des cuenta. A eso ayudan también sus asientos deportivos, realmente cómodos. 

Nos ha decepcionado un poco el sonido de su V6, algo flojo para un coche de estas pretensiones, si tenemos en cuenta que rinde 367 CV y 520 Nm de par máximo. Solo cuando fuerzas un poco el pedal del acelerador logras sacarle a su acústica la quintaesencia. Eso sí: reacciona al pedal con mucha espontaneidad, y apenas percibes el "agujero" del turbo. Desde luego, mucho menos que en el BMW. La consecuencia es que sale catapultado ya casi desde parado, y su empuje posterior es tremendamente poderoso y linear. El cambio automático tiene relaciones algo largas en las primeras marcas, algo que se nota en el consumo. En nuestra prueba, exprimiéndolo a tope por carretera y autovías alemanas sin límite de velocidad, no hemos llegado a los 15 litros. Y si lo conduces con cierto recato, puede mantenerte por debajo de los 11.

SUV deportivos

Y nos subimos al Porsche Macan GTS. Es el que más corre de los cuatro porque su velocidad no está limitada a 250 km/h, si bien a partir de 240, como a sus rivales, le cuesta mucho tiempo ir aumentando la velocidad. Pero a este Porsche, con 350 CV y 500 Nm de par máximo, no le hace falta rodar tan rápido para mostrar su poderío, que también se oye, gracias a la gestión de las mariposas del escape. La sensación de "patada" en la espala es descomunal, por eso es una pena que el receso del turbo sea demasiado patente, incluso a 4.000 vueltas. Lo que no admite pegas es el chasis. El Macan permite rodar muy rápido sin apenas esfuerzo. La dirección y el tarado del chasis parecen siempre hermanados, la precisión con que tomas las curvas es abrumadora, y el nivel de confort, notable. También contribuyen aquí unos asientos deportivos muy cómodos. 

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