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Comparativa Kia Soul EV vs BMW i3, ¿quién se para antes?

Atento a esta comparativa entre los dos eléctricos más modernos del momento: Kia Soul EV y BMW i3. El objetivo es claro: pisar a fondo… ¡y ver cuál se para antes!

Motorizaciones comparadas:

Va a ser un día duro para el Kia Soul EV, el BMW i3 y nuestro equipo de pruebas. El ejercicio: ¿qué coche llega más lejos, el coreano o el bávaro? No sobre el papel ni en datos oficiales, sino sobre una carretera de verdad, en un día a día normal. Las condiciones: un martes, 22 grados, un recorrido con un tercio urbano, otro por carretera de montaña y otro por autovía. Para lograr la máxima autonomía, las ventanillas subidas hasta arriba y todos los dispositivos que consumen desconectados, eso incluye la radio y el climatizador.

Ambos candidatos se han cargado al 100% la noche anterior. El BMW i3 se presenta con su sugerente y futurista carrocería de fibra de carbono, un chasis de aluminio, un propulsor eléctrico de 170 CV y baterías de ión-litio con capacidad para rodar 190 kilómetros (en ciclo UE). Por su parte, el Kia llega con un motor algo más modesto: 110 CV. No obstante, a su favor cuenta con baterías de polímero ión-litio y una mayor autonomía: 210 kilómetros. A primera vista el modelo coreano se ve ligeramente ensombrecido por la espectacular imagen del BMW y eso que el Kia Soul no es un coche precisamente discreto (menos con el color Caribbean Blue Metallic de nuestra unidad de pruebas).
Pero vayamos al grano. Encendemos los motores y arrancamos. Los dos rivales se deslizan en silencio y ninguno de los dos es precisamente un coche lento, manteniendo un ritmo valiente en el trayecto que más daño hace a los coches eléctricos: la autopista. Gracias a su potencia extra, el BMW i3 tiene un rodar más vivo, también en carretera. Pese a sus formas y sus estrechísimas ruedas, el i3 tiene un comportamiento muy aplomado en todo tipo de situaciones. El Kia es un modelo más tranquilo, más relajado. Tiene unos asientos con un mullido mucho más cómodo, una suspensión más suave y por dentro es más espacioso, especialmente detrás. Sorprende la calidad de acabados y en general el aspecto sólido que muestra su interior.


Dejamos atrás la fatigante autopista y llegamos al hábitat natural de este tipo de vehículos: la ciudad. Estos coches se mueven aquí como peces en el agua y aunque el Kia se defiende, el BMW, con unas dimensiones algo más compactas (y sobre todo un radio de giro espectacular), se mueve por las calles estrechas como una lagartija en un camino de tierra. Tras un buen rato por ciudad los niveles de carga van bajando, sin prisa (pero sin pausa), hasta que llega el primer abandono. Tras 167 km, el BMW se despide, la batería está totalmente vacía. No obstante, no nos parece una mala cifra: si no hubiésemos salido de ciudad, la autonomía hubiese sido mayor.

Pero el Kia sigue avanzando como el conejito de Duracell. Sigue, sigue y sigue hasta recorrer una distancia sorprendente: ¡210 km con una sola carga! El motivo está claro: el coreano tiene una batería con una capacidad máxima de 27 kWh, mientras que el BMW se conforma con 18,8 kWh. Esta diferencia tan grande hace que la victoria en términos de autonomía sea contundente, aunque el BMW consuma casi 2kWh menos cada 100 km.
Por último solo nos queda revisar los precios y aquí el Kia vuelve a tomar la delantera: el coreano está disponible por 16.600 euros con ayudas (Plan Movele incluido). Por su parte el BMW i3 parte desde los 35.500 euros. Si quieres más autonomía y espacio, a por el Soul; si buscas estilo, el i3 debe ser tu opción.

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