Logo Autobild.es

Audi Q3 y Audi Q5, separados por 10.000 euros

Con el Audi Q3, el fabricante alemán presenta un todocamino verdaderamente compacto y más barato. ¿Funcionará tan bien como para que su hermano Q5 parezca innecesario?

En Audi, después del A3 llegó el A1 y ahora le toca el turno al Q3, que completa la gama SUV de la marca de Ingolstadt por debajo: es 24 centímetros más corto que un Q5 y su objetivo es competir directamente con el exitoso BMW X1. Ahora voy a comprobar si también le hará a competencia al propio Q5.

Por fuera, el Audi Q3 deja claro que es un modelo totalmente nuevo. Mientras el Q5 presenta un diseño sólido, el pequeño de la saga luce más atlético, con una estampa más dinámica y una trasera afilada y atrevida (vídeo Audi Q5). Por supuesto, con sus 24 centímetros adicionales, el hermano mayor ofrece más espacio. Pero esta prueba estática me demuestra que el Q3 (vídeo Audi Q3) no es en absoluto estrecho. Con sus 1.831 mm de ancho, ofrece unos amplios y cómodos asientos, tanto delante como detrás. Además, el espacio para la cabeza y las piernas es bastante holgado.

También he visto diferencias importantes en el maletero. No solo es que el Audi Q5 ofrezca más sitio (540-1.560 litros, frente a 460–1.365), sino que también sus formas son más aprovechables. Cargar y descargarlo es muy fácil. Esto en el Q3, debido a su elevado plano de carga, resulta más complicado. Además, de forma opcional habrá un doble suelo que amplía el espacio para guardar cosas. Mecánicamente, el SUV de mayor tamaño tiene una gama de motores más extensa (143 a 270 CV), más sistemas de asistencia a la conducción y mayor equipamiento extra. Aunque al grueso de los clientes les bastaría con el todocamin benjamín, pese a que ofrece menos opciones.

En cuanto a equipamiento, como es natural, sale ganando el Q5. El habitáculo del Q3 es impecable: rezuma calidad, tiene buenos ajustes y el tacto de los botones es casi perfecto. Pero si te fijas un poco encontrarás las diferencias que justifican que sea más barato. Por ejemplo, la parte inferior del salpicadero es de plástico duro en lugar de mullida como la del otro modelo. También los revestimientos de las puertas son algo más pobres que los del hermano mayor, al igual que la tapa de la guantera, que parece más frágil. Pero lo que no es discutible es que el recién llegado desprende solidez. ¿Y qué es lo que ofrece de serie? Todo lo imprescindible, desde el climatizador hasta volante multifunción.

En cuanto al precio, como es lógico se lleva la palma el Audi Q3, que está disponible desde 29.900 euros. Además, según las motorizaciones, puede ser casi 10.000 euros más barato. ¿Gana por tanto el pequeño? No es tan sencillo. Para empezar, el Q3 más barato (2.0 TDI de 140 CV) no está disponible con tracción integral, de manera que para igualar la comparativa hay que acudir a la versión más potente (en ambos modelos puede ir asociada con cambio S tronic), que sí la lleva: es decir, la diferencia se queda en 8.500 euros. Llegados a este punto, si igualamos los equipamientos, la ventaja del pequeño se queda en aproximadamente 5.000 euros. Lo cual, sin ninguna duda, es un muy buen argumento de compra a favor del Q3.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.