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Prueba Audi S8 2020: Geoffrey, ¿nos vamos de tramo?

Prueba Audi S8 2020
El coche con el que sueña cualquier chofer petrolhead.

La prueba del Audi S8 2020 arranca con una tromba de agua, en el Aeropuerto Internacional Josep Tarradellas de Barcelona. El día es desapacible, pero la máquina que nos espera en el parking VIP va a conseguir que al final del día luzca el sol, literal. Audi ha creado un coche deportivo camuflado en una berlina de súper lujo y alto vuelos perfecta tanto para ir delante como para ir detrás. Una bestia donde la tecnología se pone al servicio del bienestar el acaudalado propietario.

Y es que, nada más empezar la prueba del nuevo Audi S8, hay algo que no va como esperamos. Es un Audi Sport, pero la primera parte de la prueba la voy a realizar en los asientos traseros, mientras un chofer de la organización me va a llevar desde El Prat hasta una de las zonas más exclusivas de la costa del Garraf, el hotel ‘Casa del Mar’. Además, como en un acto de soberbia, no vamos a ir por la autopista C32, sino que utilizaremos la sinuosa carretera de la Costa del Garraf, con decenas de curvas de todo tipo y color.

La versión más deportiva del Audi A8 es un escaparate tecnológico del Grupo VW. Siempre ha sido un coche especial, ¿quién no recuerda aquel maravilloso V10? Afortunadamente, el Audi S8 renuncia al diésel de sus hermanos de gama para apostar por un motor de gasolina estratosférico. Un V8 biturbo de cuatro litros con 571 CV y 800 Nm de par, que comparte con varios modelos de Porsche, como el Cayenne Turbo. 

Apuesta por la microhibridación

Es un motor que cuenta con asistencia micro-híbrida, que permite apagar el motor en ciertas condiciones favorables para ahorrar hasta 0,8 litros de combustible, según los cálculos de la marca. Vale, para quien se gasta casi 200.000 euros en un sedán de súper lujo, eso son menudencias, pero si te digo que gracias a esto, puede tener la etiqueta ECO y entrar en el centro de todas las ciudades, la cosa cambia. ¿Verdad?

Sí, vale, yo también creo que lo de las pegatinas ECO y la micro-hibridación merece de comer aparte, pero no nos desviemos de lo principal: la prueba del Audi S8 2020. Antes de empezar, el Audi S8 2020 eleva su suspensión en 50 mm para facilitar el acceso a bordo. ¡Toda una declaración de intenciones! Los primeros kilómetros discurren por la autopista C-31 y me sirven para fijarme y embelesarme en todos los pequeños detalles del interior.

Prueba Audi S8 2020

Audi está a la vanguardia de la calidad de acabados en los últimos años y el Audi A8 es el mejor ejemplo de ello. La calidad de materiales es asombrosa y todo está en su sitio, cualquier rincón donde toques, la sensación es positiva. En el Audi S8 se ha intentado dar un toque deportivo, con inserciones en fibra de carbono o todo el techo y parte de la puerta recubiertos en tapicería de alcanzara. El cuero inunda hasta el último milímetro y hasta las alfombrillas tienen un tacto realmente agradable.

En los asientos de atrás, una pequeña tablet permite tomar el control del coche, bueno, de algunos elementos como la climatización, la música o la iluminación ambiental. El espacio en general es más que suficiente. Mido 1,80 metros de alto y tengo unos 15 cm de espacio extra para las rodillas y espacio suficiente para los hombros o la cabeza. Nuestra unidad cuenta con una configuración específica de cuatro plazas por lo que el espacio es holgado en cualquier caso.

La suspensión activa del Audi S8 2020 consigue un refinamiento abrumador

Pero eso no es lo mejor, lo mejor es el increíble refinamiento que se consigue. Nuestro chófer está dando lo mejor de sí a la hora de realizar una conducción suave y relajada, pero el coche también pone de su parte. La suspensión activa del Audi S8 2020 es para darle de comer aparte. Una cámara sobre el parabrisas lee el asfalto para analizar irregularidades y preparar así los amortiguadores.

Prueba Audi S8 2020

Estos regulan su dureza en función del tipo de conducción o del modo seleccionado en el Audi Drive Select. En modo confort el refinamiento es total y pareces volar sobre una alfombra voladora. La verdadera sorpresa llega en la zona de curvas: el coche entero se inclina hasta un máximo de 3 grados para tomar la curva, mejorando la estabilidad del conjunto y evitando los balanceos. 

Pero ahí es donde está la magia: evita los balanceos sin endurecer los amortiguadores, la fórmula más sencilla hasta la fecha. la tecnología hace que el coche gire casi plano, con una eficacia alucinante, pero manteniendo un confort máximo en todo momento. La insonorización interior, con cristales dobles aislantes del ruido, es total. En las plazas traseras del Audi S8 2020 solo hay silencio y confort.

¿Y qué pasa en las plazas delanteras? Pues que la cosa no solo no empeora, sino que incluso mejora. Está claro que el nuevo Audi S8 cumple como sedán de representación para viajar con chófer, pese a que en España solo estará a la venta con la carrocería ‘corta’ de 5,17 metros de largo. Es momento de ponerme a sus mandos para ver de lo que es capaz.

Hasta ahora la prueba del Audi S8 2020 ha transcurrido sin demasiada emoción. Hundo el dedo en el botón de arranque y el motor de arranque asistido por el motor eléctrico del sistema micro-híbrido hace que el V8 cobre vida casi de manera espontánea, sin el clásico ‘brrrrrrr’ inicial del motor de arranque. 

Prueba Audi S8 2020

No me voy con medias tintas y nada más salir selecciono el modo ‘Dynamic’ en el Audi Drive Select y coloco la transmisión automática de ocho velocidades y convertidor de par en modo manual. Nada más salir, llego a un gran badén y de manera increíble y sin tocar nada, el coche lo detecta y notas como la carrocería se eleva para no rozar y los amortiguadores se suavizan para superar el impacto con mayor nobleza. ¡Magia!

Una vez superado, todo vuelve a la normalidad. No tardo mucho en encontrar un tramo de curvas y es ahí donde mi sorpresa se vuelve máxima. Aumento el ritmo y no diré que el conjunto se sienta deportivo, porque no sería verdad. Eso sí, efectivo es a más no poder, de manera increíble para un coche de semejante envergadura. 

Audi S8 2020: berlina de lujo y coche deportivo, todo en uno

Aquí hay un elemento que brilla especialmente: el eje trasero direccional. Este sistema, convenientemente ajustado por los chicos de Audi Sport, hace que los 5,17 metros de largo se conviertan en cuatro metros y medio. El coche entra en curva y se mueve dentro de ella con una agilidad que asusta teniendo en cuenta sus dimensiones y peso. La suspensión hace que gire casi plano y consigue un nivel de eficacia abrumadora.

La tracción integral Quattro también trabaja al unísono para conseguir la máxima efectividad. Es como una orquesta en la Scala de Milán tocando a Verdi. Todo está perfectamente sincronizado para que tú, al volante, puedas llegar a disfrutar de la conducción más eficaz sobre una ballena azul. Parece imposible, pero es en días como estos donde me doy cuenta que hay tecnología que sí vale la pena. ¡Y mucho!

Prueba Audi S8 2020

Suspensión, dirección, tracción, pero hay dos elementos más que brillan en una conducción así. Los frenos cerámicos que equipa el Audi S8 son altamente recomendables en un coche así, ya que al final, la física hace que con semejante peso y tal capacidad dinámica los frenos puedan sufrir. Con los frenos cerámicos te olvidas de todo y puedes machacarlos una y otra vez sin rastro de agotamiento. 

Y por último, el motor. Hay algo que creo que debo señalar especialmente y es la manera en la que entrega la potencia. Gracias a la dosificación de la sobrealimentación se están consiguiendo unas entregas de par muy lineales. En este motor es exactamente así: tiene incluso un sabor atmosférico, aunque el empuje es contundente en cualquier régimen de vueltas.

Acelera de cero a cien en 3,7 segundos y la velocidad máxima está regulada a 250 km/h, aunque creedme que viendo la capacidad para alcanzar los 200 km/h, no tengo duda que sin regulador podría superar los 300 km/h. Empuja mucho y empuja bien, pero en Audi han querido que este motor también sea tremendamente refinado y lo han conseguido: ni vibraciones ni un sonido demasiado emocionante. Al regresar a mi R32 y hundir el pedal derecho saqué una sonrisa.

La prueba del Audi S8 2020 llega a su fin donde comenzó. La verdad es que la suspensión activa es quizás lo más llamativo por su increíble eficacia en todo tipo de trazado y en todo tipo de conducción. Da igual que vayas tranquilo o de tramo, es siempre súper eficaz a la hora de mantener el coche en su sitio. El posicionamiento del Audi S8 es diferente al de sus hermanos de gama, la mayoría diésel, ya que en este caso no hay versión RS por lo que el S8 se convierte en la opción más apasionante y deportiva de la gama.

Pero a su vez, los usuarios de este tipo de coches no quieren renunciar a todas las bondades de un coche de lujo como este. Por eso el verdadero mérito de este coche es combinar confort, calidad, lujo y refinamiento con un dinamismo realmente eficaz. Seguramente pocos utilizar un coche así para practicar una conducción deportiva, pero si lo hacen, no se verán defraudados. Esto ya no es un barco inconducible con inserciones en fibra de carbono. Esto es el mejor ejemplo de que la tecnología también puede obrar milagros. Qué, Geoffrey, ¿nos vamos de tramo?

Valoración

Nota9

La prueba del Audi S8 2020 me ha dejado claro que la tecnología también sirve para disfrutar al volante. Su suspensión activa es un prodigio de la ingeniería.

Lo mejor

Suspensión activa, motor interminable, calidad y refinamiento general.

Lo peor

Es casi imposible sacar fallos. ¡Incluso los escapes son reales!

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