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Audi A6 3.0 TDI contra BMW 530d EfficientDynamics

El Audi A6 3.0 TDI lucha contra el BMW 530d Efficient Dynamics para demostrar cuál es la berlina de lujo que mejor combina potencia y eficiencia. ¿Te atreves a pronosticar el vencedor de esta comparativa?

El Audi A6 llega con una carrocería más ligera en esta cuarta generación. Abunda cada vez más el aluminio para tratar de reducir el peso y así optimizar el consumo. A su lado se sitúa el BMW 530d de sexta generación, cuya denominación interna es F10 y experimenta un giro radical en lo referido al confort.

Para esta prueba he optado por sus potentes versiones diésel de 245 CV, lo cual introduce un condicionante extra en esta comparativa, porque el A6 con motor 3.0 TDI de 245 CV solo está disponible con tracción integral quattro. Esto, sin duda, afectará al apartado dinámico.

Pese a que ambos coinciden en potencia y cilindrada, su respuesta no es igual. Puede que se deba a que el modelo de Ingolstadt apuesta por una configuración con seis cilindros en V, mientras que el BMW 530d se decanta por colocar esos mismos seis cilindros en línea. El caso es que, aunque el de los aros se muestra un poco flojo en los primeros instantes, cuando alcanza el régimen de giro apropiado se impone a su rival, incluso rindiendo una cifra de par inferior.

El Audi A6 3.0 TDI monta de serie la transmisión automática S tronic de siete velocidades, una opción que en el BMW cuesta 2.546 euros. Pese a ello, el BMW 530d sigue siendo más barato.

Tratándose de versiones turbodiésel, siempre resultan decisivos el consumo y las emisiones. Algo donde BMW parte con ventaja, dado que aplica con gran solvencia su eficiente programa EfficientDynamics. De esta manera, durante el recorrido de pruebas el BMW 530d se ha conformado con 7,4 l/100 km. Audi no se ha quedado de brazos cruzados y también ha montado un programa de conducción eficiente en su nuevo Audi A6. Cuando lo seleccionas, limita en un 20% la potencia del motor y hace que el climatizador y otros tantos elementos consuman menos de lo habitual. La consecuencia de todo esto es que, con 7,2 l/100 km, ha logrado superar a su frugal rival.

Aunque quizás la mayor sorpresa de este enfrentamiento llega en el apartado de confort, porque ahí donde habitualmente BMW pinchaba es justo donde más ha mejorado. El BMW Serie 5 sigue siendo tan firme y estable como siempre, pero gracias a la suspensión adaptativa, si seleccionas el modo Comfort verás cómo se traga todos los baches sin inmutarse. Por el contrario, el Audi A6 resulta mucho más seco. Ni siquiera en la posición más suave de la suspensión neumática adaptativa (2.325 euros) parece tan cómodo como su oponente. Aunque en esto, sin duda, influyen los neumáticos de perfil bajo que monta el vehículo de pruebas.

Lógicamente, lo que es malo para el confort es bueno para mejorar el comportamiento. Así que cuando afronto mi habitual tramo de curvas, el Audi A6 3.0 TDI demuestra que, pese a sus 1.882 kilos de peso, puede moverse con soltura. La pena para él es que, como ya te adelantaba antes, el BMW 530d Efficient Dynamics no pierde su mordiente. En la posición 'Sport' del control dinámico de la suspensión (1.505 euros) es insuperable. A favor del primero están sus frenos, que lo paran en seco en 34,5 metros incluso en frío, y la tracción integral, que le aporta un plus de agarre en curva y de seguridad cuando la calzada está mojada.

En cuanto al espacio disponible en el interior, el A6 3.0 TDI tiene la batalla más larga que antes, lo que le asegura una muy buena habitabilidad. Su rival cuenta con más distancia entre ejes (+56 mm), pero eso no le ayuda a superar claramente al modelo de los aros en esta disciplina. Respecto a la calidad de los materiales y acabados no le puedo poner pegas ni a uno ni a otro. Hay que valorar el esfuerzo que BMW está haciendo por huir de los salpicaderos tan negros y poco llamativos que tenía antes. No obstante, Audi demuestra que sabe mejor cómo hacer un interior que te enamore desde el principio.

Del equipamiento opcional podría empezar a hablar y no terminar nunca, así que creo que es suficiente con apuntar que -si estás dispuesto a gastarte un buen pico- puedes montar en ambos modelos elementos como asistente de cambio involuntario de carril, 'head-up display', navegador con pantalla de siete pulgadas, sistema de aparcamiento asistido con medición del hueco disponible, luces de carretera automáticas...

Como ves, estos coches reducen al máximo el peso y el consumo, pero no se cortan ni un pelo con el precio. Audi pide 55.450 euros por este A6 3.0 TDI de 245 CV con tracción quattro y cambio S tronic de siete velocidades. Mientras que BMW, teniendo en cuenta que suma el cambio automático de ocho relaciones, te obliga a desembolsar 55.346 euros. Queda patente que la diferencia entre ambos es ridícula, así que no debe ser este el factor que te ayude a decidirte.

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