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Prueba del Aston Martin Vantage AMR con caja manual. Aún más intenso

Trabajo artesanal dedicado en lugar de automatización sin alma: Aston Martin sigue fiel a este lema y lo aplica a su último superdeportivo de ensueño con (he aquí la novedad) cambio manual. Nosotros ya nos hemos puesto al volante. Esta es la prueba del Aston Martin Vantage AMR con transmisión manual. 

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Para proteger la caja de siete velocidades de Graziano, el par del V8 de cuatro litros del Aston Martin Vantage se redujo en 60 Nm, hasta los625 Nm, y el diferencial controlado electrónicamente se reemplazó por uno de bloqueo puramente mecánico.

Esto hace que este deportivo de configuración transaxle sea 70 kilos más liviano en el eje trasero, que Aston compensa con un esquema de suspensión más suave. Gracias a sus sofisticados frenos cerámicos, el Vantage con caja de cambios manual es incluso 95 kilos más ligero que el que lleva transmisión automática.

¿Qué es más bonito, la zaga o el morro? Difícil elegir
¿Qué es más bonito, la zaga o el morro? Difícil elegirAstonMartinPR

La caja de cambios de siete velocidades sigue el esquema "dogleg", que ya conocemos de las carreras. La primera marcha, que solo se necesita para arrancar, está en la parte inferior izquierda. La palanca de cambios hace clics mecánicos, con un tacto huesudo, a través de su guía. Y con absoluta precisión. 

El biturbo V8 

Una bestia de 510 CV
Una bestia de 510 CVAstonMartinPR

Se siente poderoso en cada inserción, empuja con contundencia y sus 510 CV se hacen notar en toda su plenitud. El Vantage pasa de 0 a 100 km/h en solo cuatro segundos y alcanza una velocidad máxima de 314 km/h.

De acuerdo con los tiempos, la transmisión tiene una función de punta tacón y permite el cambio ascendente sin perder un ápice de gas. Al final, el Vantage con caja manual también se conduce ágil y divertido, como nos tenía acostumbrados, solo que ahora las sensaciones son más intensas si cabe. 

Conclusión

El cambio manual en lugar del automático de ocho velocidades significa menos perfección en la conducción del Vantage, pero más emoción. La caja manual nos permite sentir el gran motor mucho más intensamente.

Valoración

0

En esta prueba del Aston Martin Vantage AMR nos ponemos al volante de la variante con transmisión manual. Y nos queda claro que las sensaciones son más puras.

Lo mejor

Tacto del cambio, sensaciones, acabados artesanales

Lo peor

Precio, consumo, algo menos eficaz en circuito (pero más emocional)

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