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Usabilidad: ¿por qué lo hacen tan complicado?

Usabilidad: ¿por qué lo hacen tan complicado?
Debería ser más fácil.

Último recurso: ¡coger el manual de instrucciones! Quien llega a este punto, es que ha llegado también al límite de su paciencia. Y es que muchas veces es imposible comprender el funcionamiento de los coches modernos. Ni siquiera en las operaciones más sencillas y rutinarias, como chequear el nivel de aceite o poner el reloj en hora. Y en casos extremos, muchas veces El Libro Gordo de Petete que tienes en la guantera no ayuda demasiado.

En el nuevo A8, buque insignia y ejemplo tecnológico de la marca, para atenuar las luces del salpicadero, La Biblia editada por Audi recomienda algo que no está al alcance del conductor. ¿De verdad que los desarrolladores no han comprobado estas cosas por sí mismos?

VÍDEO: Preparar navegador para viaje

Hemos resumido las rutinas diarias en un coche: 11 simples operaciones, desde comprobar la presión de las ruedas hasta acceder al ordenador de viaje, que hemos testado en AUTO BILD. E intentamos seguir los pasos de la forma más sencilla posible, en acciones como introducir una dirección en el navegador y luego borrarla. Los modelos testados representan a todo el mercado: desde el pequeño Hyundai i10 hasta el moderno BMW X3; del francés 3008 al inglés Jaguar XF. Porque nuestro abanico debía abarcar todas las filosofías de diseño posibles.

Comprobar presiones: ninguno lo hace fácil

La presión correcta es importante: para la seguridad, el consumo y el confort. Y todos queremos tener las pegatinas con las cifras de presión a la vista. ¿Qué pasa en el Volvo V90? Pues los bares se señalan en una pegatina situada muy abajo en el pilar B, con las cifras en gris claro sobre blanco y demasiado pequeñas. No es fácil leerlas. Lo cierto es que los suecos suelen ser confusos en sus muchas recomendaciones a este respecto, también a la hora de fomentar una conducción ahorradora o para señalar velocidades que ronden los 160 km/h. En BMW es peor: el X3 recomienda diferentes presiones para los códigos de velocidad Y y W. Y esto sólo se pueden leer en una zona poco visible de las ruedas, así que da pereza rellenarlas y acabas en el taller. Consecuencia: se conduce demasiado tiempo con una presión de aire incorrecta.

Controlar el nivel de aceite: encuentre usted la varilla

A la hora de buscar la varilla con la que medir el nivel del lubricante, ocho de los coches testados tienen esta solución, que para nosotros es la mejor: claros indicadores en el mango, inserción limpia y una varilla 'reluciente', para poder leer las muescas incluso con poca luz. Así es como funciona en el Kia Stonic, el Hyundai i10 o el Jaguar XF. En cambio, el Renault Mégane, tiene muy abajo el hueco de la varilla, por lo que cuesta acertar. ¿Y cómo es posible que en el Volkswagen Golf el indicador de nivel sea negro? ¡El aceite oscuro no contrasta con el metal! Audi, BMW y Mercedes eliminan las varillas y debemos mirar el aceite en pantalla. El único que lo hace bien es el A8. En cuanto empieza a medir, enseguida te da el resultado. En el BMW primero hay que encontrar el menú, luego activarlo y esperar. En el Clase E, directamente, tiramos la toalla después de más de cinco minutos esperando.

¿Cómo revisar el nivel de aceite?

Reloj: es hora de mejorar estas cosas

Por GPS (a través del sistema de navegación) o por señal de radio, por lo general el reloj se pone en hora automáticamente. Si no, tendrás que bucear en las profundidades de los menús del sistema multimedia. El Hyundai es ejemplar, pues tiene en la radio un botón que reza: "Setup Clock", desde el que controlas las cifras digitales. Cuanto más caro es el coche, más se complica la operación y muchos pasos son ilógicos. El Kia Stonic sólo requiere tres toques para llegar al reloj; el Golf, ocho. BMW esconde las funciones del reloj en las configuraciones del iDrive. Al menos, en los modelos en los que el reloj funciona con el GPS, el cambio de hora de verano e invierno se hace automáticamente. Pero hacerlo manualmente requiere conocimientos previos, porque cada vez hay más funciones entre las que navegar, que se consideran más importantes…

¿Arrancar y salir? No es algo tan automático

Poner directa y arrancar debería ser lo más fácil del mundo. Pero el 3008 complica las cosas: la palanca se queda quieta, porque nuestra probadora ha olvidado apretar el (escondido) botón lateral de desbloqueo para que la electrónica se ponga a funcionar. De acuerdo que el error solo se comete una vez, pero si le dejas el coche a un amigo tendrá el mismo problema. ¿Por qué ha fabricado así su palanca Peugeot? En el caso del Jaguar, es un mando giratorio que emerge, y no es apto para salir con rapidez. En el nuevo A8, el recorrido de la palanca no está muy definido y su diseño perjudica la facilidad de uso. Por contra, el Mégane y el Golf hasta incluyen un testigo luminoso de la posición engranada. El Mercedes sigue fiel a la palanca -sencilla y de reacciones claras- en la columna de la dirección: hacia abajo está la D para iniciar la marcha; arriba, la R de marcha atrás.

Desactivar el ‘Start-Stop’

Hay momentos, entre el tráfico, en que quieres desactivar el sistema Start-Stop, porque antepones el estado de tus nervios al medio ambiente. Y es importante hacerlo rápido. ¡Nada mejor que un botón específico con una indicación clara y, a ser posible luminosa! Como en el caso de Mercedes, en tu campo de visión. Nos ha parecido muy lógica la opción de BMW, con un botón junto al de encendido. Nos parece aceptable una señal de control amarilla como la del Kia, pero no así la roja del Mégane. ¿Qué quiere decir ese color en un sistema Start-Stop? ¿Que está apagado o encendido? Peor es que el 'off' esté escondido entre menús. En Volvo tienes que deslizarlo hacia un lado y luego 'atraparlo' (distrae mucho). Peugeot lo esconde en "ayudas a la conducción". El botón (táctil) de Audi está abajo, en el menú del climatizador (¡¿?!) y es demasiado fácil pulsarlo sin querer.

Súbeme la radio: ¡qué vuelvan los botones!

¿Recuerdas los botones de la radio? Una secuencia lógica que te llevaba a la que tú querías escuchar. Antes, todas las radios eran manuales; en nuestro test, solo en el i10 y funciona a las mil maravillas. Sólo la búsqueda de canal se hace larga. Los coches modernos tienden a absurdos vericuetos. El Opel Insignia, por ejemplo, tiene algo así como botones virtuales en la pantalla, pero para cambiar de canal, hay que 'Buscar', tocar la nueva emisora y memorizarla. Es el camino que eligen la mayoría de sistemas, que se diferencian en la manera en que almacenan las emisoras. Lo normal es pulsar unos segundos o un cambio a una "lista de favoritos", operación que en el Jaguar tarda demasiado. En el A8 se pueden gestionar los 'favoritos' en pantalla (tipo tablet). El Golf tiene los 'favoritos' en forma de baldosas. Y BMW, unos prácticos botones físicos bajo la radio.

Cinco errores que cometes al usar el climatizador

Subir la temperatura: algunos nos hacen sudar

Azul es frío; rojo es calor. Y una rueda te lleva a un color y a otro. Punto. Así es como debe funcionar un climatizador intuitivo. Al menos, algunos modelos mantienen este sistema. Por ejemplo, en el Opel: generosas ruedas te llevan a la temperatura deseada, y una pequeña pantalla ahí te dice los grados (de medio en medio) de forma muy legible. ¡Y en el BMW! En el Opel, el conductor también tiene la posibilidad de controlar la calefacción en la pantalla táctil. Aunque no es muy necesario. A este sistema se apuntan Peugeot y Volvo, con virtuales de "arriba" y "abajo", sólo que esto requiere desviar demasiado la mirada, con controles menos intuitivos. El Mercedes mezcla rueda y pantalla táctil. Audi quiere sea aún más moderno: varias formas de manejo de la pantalla específica para el climatizador (tocar, introducir símbolos o deslizar). Pero el monitor va demasiado bajo.

Cuentakilómetros: el largo camino hasta el ‘0’

Debería ser fácil! La mayoría de los velocímetros muestran los kilómetros diarios, que se ponen en cero con un toque de dedo... siempre que encuentres el botón. En BMW encontramos todavía uno tradicional. De forma similar, aunque un poco más escondidos, funcionan los del Peugeot o el Jaguar, que lleva el botón en la palanca de intermitente. Los otros lo tienen en el volante. Nos encanta la facilidad de los grandes botones del i10, cuyo funcionamiento no admite peros. Audi y Volkswagen hacen que tus dedos recorran menús hasta llegar a los valores que buscas. Algo confuso que requiere desviar la vista de la carretera. Por eso, cuando poner el contador a cero sea una operación tan complicada, valora hasta qué punto puedes esperar para detenerte en un lugar seguro.

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La luz de la consola: demasiadas sombras

Salimos de la ciudad, entramos en una vía a oscuras y queremos reducir la luz interior. Ninguno lo permite con en un solo paso. La mejor solución es la rueda clásica de BMW, Volvo, Jaguar, Mercedes y Opel, junto a los mandos de los faros. También aceptamos los grandes botones que Hyundai y Kia ubican a la izquierda, tras el volante. Pero no lo de esconder funciones en los menús. En el Peugeot, la operación requiere seis toques hasta la configuración de la pantalla. Volkswagen demanda nueve pasos, y encima, luego hay que volver a cerrar ese menú. Pero el Audi se lleva la palma: no sólo tiene la función escondida, sino que la ruta para llegar que te da el libro de instrucciones difiere de la real en el cockpit. ¡No habéis estado muy brillantes, ingenieros de Audi!

Consumos y autonomía: un derroche de energía

Debería ser así de fácil: el coche conoce el consumo y contenido del depósito, de modo que debería poder mostrar la autonomía restante en todo momento. Así sucede en el BMW, junto al indicador de combustible, y en el Audi A8 y el Kia Stonic en la zona media del campo de visión. La segunda mejor solución son los botones físicos, como los de Hyundai y Jaguar (en la palanca del intermitente) y el de Peugeot (en la de los limpiaparabrisas). Pero la cosa se complicada cuando debes navegar por menús. En Renault se usan los botones del volante; en el Stonic supone desviar la vista de la carretera porque tienes que mirar hacia la pantalla táctil. No nos ha gustado la solución de Mercedes: el ordenador de viaje está en el campo de visión, sí, sólo que requiere varios pasos en el 'touchpad' que hay junto al volante: es pequeño, tiene poca respuesta y es fácil que lo actives por error.

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