Logo Autobild.es

Cómo lavar un coche descapotable en 10 pasos

Cómo lavar un descapotable
Con un tratamiento adecuado y muy sencillo, la capota de tu cabrio no sólo tendrá un aspecto mejor, sino que durará más tiempo estanca. Estos son los consejos más importantes de mantenimiento

Aunque no tengas uno, seguro que te has preguntado alguna vez cuál es la forma adecuada para lavar un coche descapotable. Y más ahora que, de sopetón, ha llegado la primavera...

Son meses de buen tiempo. Toca abrir la capota y degustar el sol y la brisa, ¡un sueño para los fans de los cabrios! Por desgracia, el coche aún lleva encima los restos de las inclemencias invernales. Eso es algo que pasa cada vez más, porque un descapotable ya no es para dejarlo en el garaje en los meses de frío. Los modelos actuales están preparados para poder usarse todo el año sin problemas. 

Pero eso implica que lo has conducido mucho con el techo cerrado y la capota se ha ensuciado. Es lo primero que hay que solucionar antes de empezar a abrirla alegremente. Pero atención: visitar un túnel de lavado puede ser devastador para un cabrio. Especialmente en los modelos con ciertos años, sus lunas de plástico sufren mucho bajo el frotamiento de los rodillos. Si no lo puedes evitar, busca uno cuyos cepillos tengan tiras textiles suaves. Pero lo mejor es ir a una zona de lavado a mano y hacerlo tú mismo. El resultado será mejor.

Cómo lavar un cabrio...

Lo primero que debes comprobar es que los utensilios que vas a emplear estén limpios. Los cepillos de los centros de lavado pueden producir rayones en la carrocería y también, en las lunas de plástico. Lo más seguro, claro, es prescindir de ellas y usar sólo la pistola de agua a presión. ¿Y para enjabonar y retirar la suciedad? ¡Tus propias esponjas! 

Aunque las capotas textiles son estancas al agua, utiliza un producto de impregnación para que se mantengan en óptimas condiciones. En verano, especialmente, están muy expuestas a restos de vegetación y polen, excrementos de pájaros, polvo e insectos muertos. 

El conductor de un descapotable también debe estar atento al estado del varillaje de la capota y engrasar sus articulaciones. Por supuesto, chequea las juntas de estanqueidad y los conductos de desagüe, para evitar que filtre agua al interior y se ocasionen daños en el habitáculo.   

... en 10 pasos

  1. Lo ideal es limpiar la carrocería a mano. Después, pasa a trabajar con la capota, de ese modo se mantiene la impregnación

  2. Usa un producto específico para capotas y pulveriza hasta que la superficie quede mojada para facilitar la retirada de excrementos de pájaros o la resina de los árboles. Presta atención especial a las costuras

  3. Frota suavemente con la esponja y dale duro a la suciedad pegada con un cepillo de puntas blandas. Después aclara con agua

  4. La impregnación hay que darla cuando la capota esté limpia y seca. Esta capa de aerosol evita que el agua empape la lona, que se adhiera la suciedad y que la superficie se decolore

  5. Limpia a fondo las superficies de cristal. En el caso de que la luna trasera sea de plástico, usa un pulimento especial para obtener buena visibilidad
     

  6. Engrasa el mecanismo de la capota con un engrasante que debes aplicar en las articulaciones y las bisagras. Usa la cantidad justa

  7. Para que las gomas de las juntas permanezcan flexibles debes recurrir a un aceite de silicona que las protegerá de la humedad

  8. Llena con agua el conducto de desagüe a través de un embudo. Si no fluye, está obstruido

  9. Los conductos que estén bloqueados se pueden limpiar con un alambre (ponle cinta en los extremos)

  10. En la galería de fotos tienes los productos que hemos utilizado: rollo de alambre (3 euros), grasa en aerosol (8,99 euros), aceite protector (7,99 euros), protector de goma (17,99 euros), impregnador de capota (16,99 euros), pulimento de la luna de plástico (9,95 euros) y producto limpiador (17,50 euros)

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.