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Estos son los planes de Volvo para convertirse en un referente en sostenibilidad

Volvo C40 Recharge

Ofrecido por Volvo

Hablar de Volvo es, desde hace décadas, hablar de seguridad. Hablar de Volvo es, desde hace unos años, hablar de eficiencia y respeto al medio ambiente. La marca sueca ha pasado de ser referente en coches seguros a combinar este afán con el de convertirse en referente también en coches poco contaminantes. Repasamos en estas líneas los avances de Volvo para liderar el concepto de automóviles seguros Y sostenibles.

De las pruebas de choque a la caída libre desde 30 metros de altura

En el año 2000, Volvo materializaba su deseo de convertirse en el fabricante de coches más seguro del mundo con la inauguración del Centro de Seguridad Volvo Cars. Es este un enorme laboratorio ubicado en Suecia, en el que decenas de ingenieros recrean todas las situaciones del tráfico y accidentes posibles.

En 2020, la marca echaba cuentas: durante las últimas dos décadas, en el Centro de Seguridad han realizado una media de un crash test al día, lo que se traduce en más de 7.000 pruebas de choque. Con los resultados, los ingenieros y diseñadores aprenden más sobre los accidentes y, sobre todo, cómo mitigar sus efectos en los pasajeros.

En el laboratorio de Gotemburgo, hay dos pistas de pruebas: en una, interior, se realizan pruebas de choque a una velocidad máxima de 120 km/h (de esta forma recrean accidentes con dos vehículos en movimiento); en la otra, exterior, se simulan accidentes con vuelco y salidas de carretera. Mientras, dentro y fuera, un sistema de cámaras de alta velocidad graba las secuencias de los test de choque a 200.000 fotogramas por segundo.

Volvo caída 30 metros

La prueba de seguridad más extrema de Volvo (imagen superior) se ha desvelado hace tan solo unos días: un coche hace un salto al vacío (literal) desde una grúa que lo eleva a una altura de 30 metros. El objetivo de esta prueba es que los equipos de emergencia pueden practicar rescates en condiciones que simulan un accidente real.

El test definitivo de seguridad

De un tiempo a esta parte Volvo ha dado un enfoque mucho más global a su lucha por proteger a sus clientes. La marca asume que el cambio climático es el test definitivo de seguridad y que crear un mundo seguro fuera de sus automóviles es tan importante como hacerlo dentro.

"Para nosotros, la sostenibilidad es ahora tan importante como la seguridad", asegura Håkan Samuelsson, CEO de Volvo Cars. "Hemos dedicado nuestra empresa a ayudar a proteger la vida de la gente, tanto dentro como fuera de nuestros vehículos; ahora queremos demostrar esa misma dedicación a proteger el planeta", afirma.

Con esta premisa arranca la nueva campaña de Volvo; una hoja de ruta hacia la electrificación que tiene su hito principal en 2030, para cuando todos los Volvo serán eléctricos. Avala esta decisión una reflexión sencilla de entender: solo con la electrificación del parque móvil se puede alcanzar el reto de un mundo cero emisiones en 2050, algo imprescindible para frenar el impacto del cambio climático. Antes, una parada intermedia: en 2025, la marca sueca espera que el 50 % de sus ventas correspondan a modelos eléctricos.

Así se fabrican coches seguros y sostenibles

Todos los modelos eléctricos e híbridos enchufables de Volvo se comercializan con la denominación Recharge. A día de hoy, la gama Recharge cuenta con un modelo cien por cien eléctrico (el Volvo XC40 Recharge) al que en breve se unirá un segundo (Volvo C40 Recharge). Los modelos XC90, XC60, XC40, V90, V60, S60 y S90 cuentan con versión híbrida enchufable a la venta.

Volvo C40 Recharge

Además de la electrificación de su gama, desde Suecia apuestan por reducir las emisiones contaminantes derivadas de todo el proceso de fabricación. Un ejemplo es el uso de la tecnología blockchain en el proceso de extracción de cobalto, elemento esencial en la fabricación de baterías para coches eléctricos. 

Volvo espera convertirse en empresa climáticamente neutra para 2040. Ya ha dado importantes pasos para ello: a día de hoy, todas sus plantas globales operan en un 80 % con energía climáticamente neutra. Desde 2008, todas las fábricas en Europa utilizan energía hidroeléctrica y la elección de los proveedores pasa siempre por una condición indispensable: deben contar con un plan de uso de energía cien por cien renovable antes de 2025.

Mención aparte merece el proyecto de economía circular por el que los componentes y materiales empleados no solo se recuperen al final de la vida útil del coche, sino que también se reutilicen en la producción de nuevos vehículos. Los planes de la compañía pasan por que, en 2025, el 25% del plástico que se emplea en la fabricación de los vehículos sea reciclado o de fabricación ecológica; lo mismo que el 40 % del aluminio y el 25 % del acero.

Economia circular Volvo

"Como proveedores de movilidad, reconocemos que somos parte del problema del cambio climático y tenemos la responsabilidad de actuar", afirman los máximos responsables de Volvo. Si hace 20 años marcaron el camino a seguir en materia de seguridad; no cabe duda de que ahora lo harán en lo que a sostenibilidad se refiere.

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