Seat 3-0 BMW

Ánimo, sólo me quedan dos horas más aquí sentado. A veces, las esperas en los aeropuertos se hacen interminables y empiezas a darle vueltas a la cabeza hasta que surgen ideas diferentes. Es lo que me está pasando en Munich, mientras espero paciente la salida del vuelo a Madrid. Contemplo en una enorme pantalla de TV como pasan una y otra vez el mismo video promocional del Mundial de Sudáfrica, con las grandes estrellas alemanas como protagonistas. Justo al lado, BMW expone un ejemplar de su nuevo M3 Coupé, con una espectacular pintura lacada. Dos de mis pasiones, coches y fútbol, se unen y empiezo a imaginar como sería “El Mundial del  Automóvil”.

Al hipotético evento acude Fiat como la selección de Italia, Jaguar como Inglaterra, Cadillac como Estados Unidos, Kia como Corea, Toyota como Japón, BMW como Alemania, Peugeot como Francia y, claro está, Seat sería nuestra Roja.

Tras una primera fase muy disputada, llegan a semifinales los grandes favoritos. Franceses contra españoles; italianos contra germanos. Seat se impone a Peugeot  con claridad en el primer enfrentamiento. Y, por una vez, Fiat no tiene suerte al perder en penaltis con BMW. La gran final está servida: la todopoderosa BMW contra la pasional Seat. Y, esta vez, se impone el mejor. Los “bajitos” pueden con los enormes rubios. 3-0, con goles de León, Ibiza y Altea, ¡¡somos campeones!!

Avisan por megafonía, el vuelo está listo. Yo dejo de volar la imaginación y embarco… aunque esta vez, si pienso con lógica, también veo a los españoles por encima de los alemanes. Qué tengan miedo ellos, ¿no crees?