Rajoy mete la pata

¡Manda narices! Los políticos siempre se están encargando de decirnos cómo debemos hacer las cosas y elaboran leyes que en muchos casos no defienden el interés general, sino que persiguen un fin recaudatorio. Me refiero a las de tráfico, claro.

Así las cosas, esta semana el líder del partido de la oposición se ha permitido el lujo de desearnos un buen verano desde la parte de atrás de su vehículo oficial (ya camino de Galicia, supongo), pero pasando por alto un pequeño detalle: no llevaba puesto el cinturón de seguridad.

¡¡¡Hombreee!!! Menuda metedura de pata. Y no lo digo sólo por el hecho de que un político siempre debe dar buen ejemplo con su manera de actuar, sino porque es algo denunciable. ¿No debería la Guardia Civil ponerle una multa como haría con cualquier hijo de vecino si ve que está circulando sin el cinturón puesto? Y si no lo hacen, ¿para qué nos martillean entonces con incansables campañas publicitarias en las que nos hacen temer por la pérdida de un familiar cercano? ¿Para qué se molestan en distraernos mientras conducimos con carteles informativos que nos alertan de sucesivas campañas que controlan si nos ponemos o nos dejamos de poner el cinturón? En definitiva, ¿para qué nos hacen perder el tiempo y el dinero a los conductores de a pie si luego no sancionan a los que deben dar ejemplo?

Ya sé que el PP ha enviado un comunicado de disculpa. Pero el Sr. Rajoy no ha tenido ni la vergüenza torera de reconocer su error personalmente. Y no es porque no haya tenido la oportunidad de hacerlo, porque recientemente asistió a las fiestas del Albariño, donde por lo menos recibió un merecido abucheo por parte de los asistentes.

No tengo nada en contra del PP ni de Mariano Rajoy, pero te aseguro que yo también le hubiera dicho un par de cositas. ¿Y tú?