¿Llegarán a desaparecer los coches ‘normales’?
Puede que la pregunta suene un tanto loca, de hecho, hasta algo vaga: “¿llegarán a desaparecer los coches ‘normales’?”. ¿Qué significa esto? ¿A qué nos referimos con ‘coche normal’? Entiendo la confusión, pero reemplacemos la pregunta original por esta: ¿llegaremos a reemplazar la palabra ‘coche’ por ‘SUV’?
Puede sonar algo atrevido el presupuesto del que parte esta cuestión, básicamente que los todocaminos llegarán a hacerse con el mercado por completo y no dejarán hueco a nada que no tenga trazas de SUV en su ADN. Pero viendo la tendencia que ha seguido el mercado en los últimos años, no me parece para nada descabellado.
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Retrotraigámonos, aunque sé que es difícil, a un punto en el que los todocaminos no existían o, al menos, su presencia era meramente testimonial. Para ello hay que retroceder bastante en el tiempo, entre 20 y 25 años. En aquel momento, con compactos, berlinas y monovolúmenes a sus anchas por las carreteras, pensar en un vehículo sobreelevado que pareciera un 4x4 pero que no fuera capaz de rendir fuera del asfalto sonaba a una locura. Aparentemente y sobre el papel, no tenía sentido.
Y sin embargo apareció el Nissan Qashqai, activando un efecto de dominó que ha ido escalando a una velocidad que nadie podría haberse imaginado pero que, una vez en movimiento, todos los fabricantes han identificado como la tendencia a la que había que subirse para tener éxito. Al principio de manera tímida, las distintas marcas sacaron sus primeros todocaminos con mayor o menor éxito, pero la bola de nieve ha ido creciendo de tal manera que ahora prácticamente todos tienen un SUV, cuando no un buen puñado de ellos.
Y aquí llega un aspecto clave ya que, lo que podíamos considerar hasta ahora como una tipología de vehículo, ha llegado a un punto en el que está derivando y diversificándose de tal manera que está convirtiéndose en un mundo a parte. Me explico.
Antes un modelo determinado era ‘el SUV’ de la marca, pero hoy en día cada una tiene todocaminos suficientes como para generar una gama de vehículos paralela a la de los coches ‘normales’: SUV pequeño, SUV compacto, SUV grande, SUV de siete plazas, SUV cupé, SUV Roadster… esas coletillas que les añadimos ahora son las que antes diferenciaban una gama de vehículos. Lo que quiero decir es que ya no hace falta salirse de los todocaminos para tener un descapotable o un coche de corte más dinámico, están aglutinando todas las categorías bajo el mismo paraguas.
Sí, cierto es que a día de hoy todos los fabricantes siguen produciendo compactos, monovolúmenes y demás, pero el gusto del público se orienta cada vez más hacia vehículos elevados, con protecciones inferiores, barras del techo, etc. ¿Hasta que punto un potencial comprador no va a a ver innecesario que esté a la venta un Volkswagen Golf, por ejemplo, si ya está el Volkswagen T-Roc en el concesionario? Es más, ¿en qué punto van a ser las propias marcas las que, atendiendo a las cifras de mercado, empiecen a reemplazar directamente modelos convencionales, eliminándolos de su gama, por sus pares SUV?
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.
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