Logo Autobild.es

Límite a 140 km/h en autopistas o una política pesetera

Imagen por defecto

Juan Antonio Corrales

El clamor por parte de diferentes asociaciones y plataformas de automovilistas para aumentar el límite de velocidad a 140 km/h ha sido una constante en los últimos años. Recogida de firmas, páginas web con miles de seguidores... Hasta la fecha, ninguna de estas iniciativas ha sido suficiente para convencer a nuestros gobernantes de que en España hay carreteras preparadas para este límite.

¿Cuál ha sido entonces el detonante de que el PP proponga el límite de 140 km/h en autopistas de peaje? Como no podía ser de otra manera, una cuestión monetaria. Ya en el número 341 de AUTO BILD, un servidor escribió un reportaje sobre la profunda crisis en la que estaban inmersas un buen número de vías de peaje. Tan profunda que el concurso de acreedores era (y es) una opción más que probable. El truco está en que, en el caso de que una autopista se vaya a la quiebra, el Gobierno debe soltar un 'pastizal' por acuerdos legales varios con los cuales no te voy a aburrir. Me vas cogiendo, ¿verdad?

señal 110km/h

Para evitar la sangría que supondría un sucesión de quiebras en estas carreteras, el PP ha decidido saltarse su política de no al 140 km/h parapetada en razones de seguridad, accidentes, bla, bla, bla, bla... y realizar una proposición no de ley en el Congreso para subir el límite en estos lugares. ¿Su idea? Que, por esta 'medida de gracia' la gente utilice más las autopistas de peaje, se recaude más dinero y este sector tenga un conato de viabilidad. Y digo conato porque, para disimular una deuda de 3.000 millones de euros (la cifra que manejaba en el citado reportaje), dudo mucho que una subida del límite sea la panacea.

Con esta maniobra legislativa creo que se da una imagen pesetera, chapucera y una larga retahíla de adjetivos malsonantes que aquí no puedo plasmar por razones obvias, de las políticas de nuestros gobernantes. Queridos lectores: quieren subir la velocidad porque necesitan el dinero, simplemente eso. Y yo por ahí no paso. Igual que tampoco me parece muy normal regalar la nacionalidad a extranjeros por comprar pisos de 160.000 euros.

El señor don Francisco de Quevedo me permitirá que use su expresión: "Poderoso caballero es don Dinero". Y que la modifique añadiendo: "...sobre todo, para políticos peseteros...".

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.