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Experiencia con el nuevo Mercedes SL 500

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Hace un par de semanas y gracias a AutoBild tuve la oportunidad de disfrutar de una de las experiencias a bordo del nuevo Mercedes SL 500. En este post intentaré transmitir lo sentido al volante del Mercedes y haré un humilde análisis del mismo, pero no puedo empezar esa tarea sin agradecer a todo el equipo de AutoBild la hospitalidad con la que me han recibido en su redacción y me han hecho sentir uno más del magnífico equipo que forman. Soy seguidor y lector de AutoBild hace tiempo, pero desde ese día directamente les envidio profundamente por el trabajo que desempeñan, es el sueño de todo aficionado al motor. Gracias a todos y en especial a los que pude dar la tabarra con alguna conversación de esto que es nuestra pasión, los coches. Javier de la Calzada, Juan A. Corrales, Javier Alvariño, Kike Ruiz, etc.

Pues vamos a lo que os interesa a todos, el nuevo Mercedes SL 500.



El Mercedes SL ha tenido la responsabilidad de ser la estrella deportiva de la gama Mercedes, con la excepción del todopoderoso SLS AMG, desde hace casi 60 años. Desde la aparición del primer SL en el año 1954, Mercedes afirma haber vendido más de 650.000 unidades y esto no es casualidad. Mucho ha llovido desde aquel “alas de gaviota”, y el diseño del SL ha ido evolucionando, pero esta nueva versión del mítico modelo tiene sobre el papel todo lo que debe tener un deportivo biplaza descapotable.

Mantiene una línea elegante y moderna y crece 5 centímetros con respecto a su predecesor, tanto en largo como en ancho. Lo que más impresiona del diseño exterior es el largo morro bajo el que se encuentra un V8 biturbo de 435 Cv, y los nuevos conjuntos de luces delanteros de mayor tamaño. En la parte trasera los cambios estéticos son más sutiles.

El interior es completamente nuevo. Si tuviera que describirlo en dos palabras serían lujoso y confortable, características muy poco comunes en deportivos biplaza. Con el aumento de tamaño, el interior ha ganado en habitabilidad y es muy cómodo para personas que pasan del 1’90 como es mi caso y que nos encontramos con verdaderos problemas en algunos coches. La calidad de los acabados es máxima y el diseño del volante y del selector del cambio automático es directamente brutal.

Los asientos merecen una mención aparte. Estoy acostumbrado a montar en muchos coches y a probar distintos tipos de asientos y siempre falla algo. Los hay que no me cubren lo suficiente debido mi envergadura, los destinados al confort no agarran en curvas y los deportivos a veces son demasiado duros e incómodos para viajes largos. Los asientos del nuevo SL son los primeros a los que no he podido poner ninguna pega, sencillamente fantásticos.

Antes de entrar a valorar la conducción y prestaciones de este nuevo SL he de decir que no llevaba una buena predisposición a probar este modelo ya que la última unidad que probé de la saga SL, un SL350 del 2004, me decepcionó bastante. Era un coche muy pesado y poco ágil al que le faltaba una alta dosis de potencia. Aunque sobre el papel y viendo las cifras, éste nuevo parecía tener muy buena pinta. V8 biturbo de 4.663 cc con 435Cv y par de 700 Nm a 1.800RPM.

Si las cifras anteriores son de locura, al enterarme de la considerable reducción de peso (125 kg), empecé a creer que estaba ante un gran coche con unas magníficas posibilidades. Al arrancar el V8 en el garaje de AutoBild y escuchar el maravilloso ruido de sus escapes cambié de chip radicalmente y olvidé la decepción del anterior modelo, me di cuenta de que nada tenía que ver.

Los primeros kilómetros urbanos y de autovía sirvieron para demostrar que se trata de un coche muy cómodo y confortable. El motor es muy ágil a bajas revoluciones y el cambio automático de 7 velocidades muy suave. El comportamiento del coche y el funcionamiento del sistema start-stop hace que por ciudad incluso olvides el tipo de coche que conduces y te creas en una berlina.

Al abandonar la autopista y adentrarnos en carreteras más propicias para “apretarle las tuercas” al V8 todo cambia. Antes de hacer esto creo que todo usuario del nuevo Mercedes SL debe hacerse una pregunta: ¿qué tipo de coche desea?. Si quiere un deportivo biplaza descapotable que sea ágil, práctico, confortable y con unas muy buenas prestaciones; sin duda habrá acertado. Pero si por el contrario busca el deportivo radical que sus datos técnicos y cifras de prestaciones parecen señalar, el chasco será monumental.



Cada coche es lo que es y está dentro de su segmento. Éste es un coche con muchísimas ventajas y virtudes que hacen que sea posible el uso de un descapotable de 435Cv a diario debido a su confort y conducción, sin dejar atrás el dato que más me asombró: el consumo. Después de más de 300 kms apretándole marcó una media de sólo 12 litros a los 100.

Pero por mucho que sus 700Nm te peguen al respaldo del asiento al pisar a fondo no transmite las sensaciones de superdeportivo. En mi humilde opinión el principal problema es el cambio, quizás algo lento en reducciones. Intenté probar si era más ágil utilizando las levas, pero el resultado fue el mismo o incluso peor. Con las suspensiones pasa algo parecido. Están pensadas más en el confort que en la deportividad.

Por todo ello hubiera terminado este post diciendo que es un coche perfecto para quien quiera usar a diario un coche de altas prestaciones sin renunciar al confort y la comodidad que una berlina Premium nos puede aportar. Pero me encontré con un gran problema. Durante la prueba me acompañó un Audi S7 (V8 de 3993 cc con 420Cv y 550 Nm a 1400RPM). En todo el tramo de carreteras viradas fue delante y aunque sus cifras son algo inferiores he de decir que el SL no era capaz de seguirle el ritmo al salir de las curvas, quizás por la tracción quattro del Audi. Esto me llevó a pensar que si queremos un coche de altas prestaciones que nos sea útil para ir a trabajar, mejor uno de 5 puertas en el que también podamos llevar a la familia. Eso sí, no podremos disfrutar de la sensación de llevar el techo quitado.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

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