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¿Debería limitarse a 180 km/h la velocidad de los coches?

¿Debería limitarse a 180 km/h la velocidad de los coches?
Volvo ha anunciado que a partir de 2020 todos sus coches tendrán la velocidad limitada a esa cifra.

Hace un par de días estuve hablando con un colega sobre la posibilidad de que en España se subiese la velocidad máxima en autopistas a 150 km/h. Como ya comenté en ese artículo, mi opinión a este respecto es clara: no, no me parece una buena idea, dado que comprometería la seguridad vial.

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Mi colega argumentaba que, al igual que él, mucha gente es capaz de conducir bien a esas velocidades, con lo que debería existir algo así como un carné que certificase la destreza del piloto, y que abriese la puerta a que quien lo tuviese, pudiese ir a mayor velocidad. Pero el problema ante esto es que esas mismas personas estarían compartiendo vía con otras menos preparadas, y ahí reside el problema. Para evitar posibles accidentes, los pilotos más avezados tendrían que tener sus propias carreteras, vías independientes, con el consecuente gasto que esto supone para las arcas públicas. ¿Merece esto la pena? En mi opinión, no; existen otros gastos más urgentes (sanidad, educación, o incluso reparación de las carreteras que ya tenemos) que la construcción de vías especiales para esa velocidades.

¿Debería limitarse a 180 km/h la velocidad de los coches?

Mi lógica de pensamiento puede ser similar ante el dilema de si los coches deberían ver cómo su velocidad punta se limita a los 180 km/h. Como seguramente ya sabes, hace unos días Volvo anunció que limitará a 180 km/h la velocidad de todos sus coches por motivos de seguridad. "Las personas, sencillamente, no se dan cuenta del peligro de la velocidad", ha sido el argumento esgrimido por el fabricante para tomar esta decisión. Y no puedo estar más de acuerdo con ello.

Volvo limitará a 180 km/h la velocidad máxima de sus coches

La importancia de la velocidad como factor decisivo en los accidentes y su gravedad es tal, que por mucho que a algunos nos pueda gustar correr, hemos de tener presente que no se puede hacer en carretera abierta. Si uno quiere divertirse y poner el motor a tope, existen circuitos a los que ir y disfrutar como un enano, sin comprometer la seguridad de los demás.

Si en autopista existe un límite de velocidad de 120 km/h (130 km/h en otros países europeos), ¿para qué queremos coches que corren 250 km/h? Quizás los vehículos con esas capacidades deberían ser los destinados a usarse en pistas, y ser dirigidos por manos muy expertas. Porque si hay una máxima que todos deberíamos tener en mente es que un coche puede ser un arma; y, en las manos equivocadas, o en el lugar no indicado, muy peligrosa.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

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