Cumplió como un campeón

Parece que fue ayer cuando recibí una llamada de Ford España comunicándome que había sido elegido para probar el Ford Focus EcoBoost, una experiencia que deseaba tener la oportunidad de vivir por esa idea que desde pequeño ronda mi mente: ser probador de coches.

Cuando aún no había aprendido a contar hasta diez, ya coleccionaba llaveros con las insignias de cada marca de automóviles. Siempre los he visto con otros ojos: para mí no solo son máquinas que utilizamos para desplazarnos, son mucho más. Algunos los miman como si se tratara de hijos suyos, otros los personalizan a su gusto y la gran mayoría, simplemente, disfrutan con el placer de conducirlos.

Durante este tiempo he dado rienda suelta a mi pasión exprimiendo la mecánica EcoBoost con el objetivo de contaros si es oro todo lo que reluce… Para el final, lo mejor: una comparativa. ¿Qué te ofrece con respecto a otro vehículo de sus características?

No son muchos los que hubieran puesto la mano en el fuego por él sin miedo a quemarse. Derrotar al todopoderoso diésel era una tarea que se antojaba complicada. Después de recorrer más de 2.000 kilómetros por todo tipo de vías, aún no me lo creo: es magia. Que un propulsor de tres cilindros y 1.000 centímetros cúbicos pueda conseguir este rendimiento parece sacado de un libro de Harry Potter.

El Ford Focus Ecoboost 1.0 125 CV tiene un precio inicial de 18.700 €. A diferencia de otros vehículos, que parten de lo más básico (volante, palanca de cambios y radio), este lleva de serie el sistema Start-Stop, climatizador bizona, sensor de luces y lluvia, llantas de aleación, radio CD/MP3 con pantalla de 3.5”, Bluetooh y puerto USB. Dependiendo de los acabados que escojas entre Trend, Sport y Titanium, puedes disfrutar de una verdadera experiencia tecnológica en la que aventaja a sus rivales.

Entre los extras que ofrece recomiendo el control de velocidad (+ limitador 300 €, de serie en acabado Titanium), paquete interior classic (100 €), protector de puertas (65 €) y, perfecto para principiantes, Active Park Assist con sensores de aparcamiento (550 €).

Su gemelo con motor gasoil es la variante 1.6 TDCi 115 CV, que con el mismo equipamiento cuesta más de 22.000 € -algunas opciones no disponibles-. Por otro lado asegura 4,2 l/100km de media. Una diferencia entre consumos de carburante no significativa (0,8 litros) teniendo en cuenta que, normalmente, hacemos menos de 20.000 kilómetros al año: compensa el disfrute de un gasolina. Además, por el bajo índice de gases emitidos a la atmósfera, el comprador está exento de pagar el impuesto de matriculación. Parece que lo han conseguido: jaque mate al diésel.

Dispuestos a ampliar fronteras en busca de un rival directo, me quedo con las ganas. Por ahora no hay otro similar en el mercado. El Fiat TwinAir de 900 cc o el 1.2 TSI de Volkswagen han cosechado éxitos con el denominador común que comparten todas estas miniaturas: son gasolina, tienen cilindradas pequeñas y están turboalimentados. Aún así, la potencia que desarrolla el 1.0 Ecoboost -125 caballos- lo distancia. Por esta proporción es equiparable, por poner un ejemplo, al  Audi A3 1.4 TFSI, que homologa un consumo de 5,7 litros (0,7 más) con la misma potencia. El Ford Focus Ecoboost ha llegado a buen puerto, ha hecho los deberes y ahora le toca esperar el contraataque de sus competidores.

Quiero dar las gracias a todos los lectores, espero que hayáis disfrutado como yo lo he hecho. En especial también a AUTO BILD: me he sentido como parte de ellos en un sueño hecho realidad. Por último, al equipo de Ford España (www.fordopenworld.com) por la oportunidad y la labor que hacen con estas iniciativas: dicen mucho de ellos.

Me despido con esperanzas de haber aportado mi granito de arena a este mundo del automóvil. Estoy a vuestra entera disposición, y me encantaría que en el futuro contarais conmigo. Hasta pronto.

PD AUTO BILD: Debido al éxito de nuestros blogs, los post de nuestros dos colaboradores se prolongarán una semana más. ¡Permaneced atentos!