Cuidado con los "blogueros"

Desde un tiempo a esta parte vengo observando con, no ya preocupación sino con pavor, la proliferación de "blogueros" sin control a los que las marcas de automóviles no sólo atienden sino que, en algunos casos, tratan como profesionales de la información de motor. La excusa que muchos fabricantes ponen es así de sencilla “los blogueros son una realidad imparable y no podemos obviarlo”.

Estoy totalmente de acuerdo que la gente escriba sobre sus aficiones, pensamientos, deseos, etc… pero no sentando cátedra sobre temas que desconocen. Acabo de leer un blog sobre el Porsche 911 Turbo en el que se asegura que la última generación es, sin duda, la mejor de todas y que la conocida como 964 dejaba mucho que desear. Me consta que la persona que lo escribe no ha conducido ni la 997 o 996 y que la 993 la ha visto en fotos. Insisto, cuidado con lanzar dogmas de fe a través de la red porque la libertad de información no es eso. No todo vale.

Nunca se debe poner en el mismo rasero a un periodista acreditado en información del motor que a un fanático de los coches que basa sus tesis y conclusiones en lo que ha leído o visto por la televisión. Si un periodista experto en cuatro ruedas es bueno y prestigioso es porque tiene “el culo pelado” de subirse en todos los coches y no sólo actuales.