AUTO BILD: La inmensa mayoría de sus diseños han sido un
éxito. ¿Puede compartir conmigo cuál es la receta de un buen
diseño?
Walter de Silva: (lanza un suspiro) Las proporciones. Los
coches tienen que tener una medidas determinadas, y si te sales de
ellas, se estropea el conjunto. Pero, sin duda ninguna, la parte
más importante es el frontal, del que el 70 por ciento es diseño y
el 30 restante es imagen de marca. El frontal es como la cara de
una persona, la parte más simpática, y si tiene las proporciones
adecuadas, resulta bella.
AB: ¿Cómo se imagina el coche del futuro?
WdS: Compacto, con una gran flexibilidad en su interior y
mínimas dimensiones en su exterior. Será un coche para hacer vida
en su interior, con mucha calidad de vida y confort. La calidad en
el coche se valorará mucho en el futuro. El coche tendrá un aspecto
iconográfico, pues tendrá que transmitir el carácter del conductor.
El coche tendrá una relación con el conductor.
AB: El año pasado afirmó que el Audi A5 era el coche más
bonito que había diseñado. ¿Sigue pensando lo mismo después de
hacer lo propio con el Golf?
WdS: Sí. Es un coche que es simple y complejo al mismo
tiempo. Es como una escultura, de proporciones perfectas. Tiene
‘feeling’ de Gran Turismo, deportividad más elegancia. Es un coche
alemán con carácter italiano.
AB: ¿Cómo casa ser italiano en una marca alemana?
WdS: Se trabaja muy bien en Volkswagen. Me gusta la gran
capacidad de trabajo en todo el proceso: la calidad, la precisión y
la perfección que se aplican en todos los productos. El resultado
final es mucho mejor. Es una combinación perfecta. Cuando haces un
diseño que funciona, que tiene viabilidad, y se combina con la
precisión alemana sale algo perfecto.
AB: Si le menciono el Citroën DS...
WdS: (se emociona) Es que el DS es más que un coche: es toda
una disciplina de diseño. Parece un organismo, todo equilibrado y
pensado. Es simplemente genial. No sé si en estos tiempos se podría
hacer un coche así. Fue una obra de arte en los detalles, el
diseño, en arquitectura. Si lo comparásemos con un modelo actual,
el DS está a años luz. El diseño tiene una parte humanística, y el
DS es pura cultura.