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¿Verdad o mentira? El Córdoba no solo fue un coche de Seat

Si está todo 'inventao'

En 1993 se lanzó uno de los mayores hits del mundo del motor: el Seat Córdoba. Este modelo se derivaba del Ibiza y probablemente, si no eres asquerosamente joven, hubieras matado por uno en tu adolescencia. Probablemente un GTI de 150 CV o el GT TDI de 110, que eran a lo máximo 'realista' a lo que un adolescente de los 90 podía aspirar. 

Pero lo cierto es que Seat o fue tan original a la hora de bautizar a este modelo como sí lo fue cuando decidió lanzar un modelo del segmento B con 'culo'. Resulta que Chrysler ya lanzó este nombre en 1970 como parte de un acabado lujoso con dorados por doquier del Chrysler Newport.

Chrysler Newport Cordoba 1970

Más adelante, en 1975, apareció el Chrysler Cordoba (fíjate que lo escribo sin tilde; los americanos lo pronuncian Cordóba), que causó una especie de terremoto cuando salió. El primero fue uno tirando a malo: resulta que Chrysler había jurado que jamás de los jamases lanzaría un modelo más pequeño de lo que ellos llaman 'full size'. Ya sabes, la típica berlina de varios kilómetros de largo. En esta ocasión, el modelo que salió de la fábrica de Ontario (Canadá) donde se hacía era asquerosamente pequeño: solo 5,48 metros, es decir, unos 130 cm más largo que nuestro superventas de hoy en día el nuevo Seat León... Más allá de la enésima "donde dije digo digo Diego" de un fabricante, lo cierto es que el modelo fue todo un éxito de ventas en una época en la que la marca americana las estaba pasando canutas: tenía problemas de liquidez y también de fiabilidad. 

El segundo terremoto sí fue mejor: tal fue el éxito de este coupé de dos puertas que la demanda superaba a la oferta, lo que ayudó a sanear las cuentas de una marca. Esta primera generación, que se fabricó hasta 1979, montaba tres motores V8 bastante decentes: un 5.2 de 140 o 155 CV, un 5.9 de 155 o 170 CV y un gran 6.6 con 190 CV. Con cualquiera de ellos nos hubiéramos dado de tortas en la redacción por poder meterlo en la sección de pruebas). Como dato curioso, las versiones que tienen dos escalones de potencia es porque se ofrecían con carburadores de doble cuerpo ¡o de cuatro! El de 190 iba directamente con el de cuatro cuerpos. Además,el consumo era tirando a llamativo, pero qué demonios, era una época en la que la crisis del petróleo que tanto daño hizo aún no estaba pegando del todo.

Sí lo hizo a partir de la segunda generación. Si el primero era ya pequeño, el Chrysler Cordoba que se hizo entre 1979 y 1983 era asquerosamente menor aún: con apenas 5,30 metros (ahora comprendo eso de 'make America great again'), lo que de verdad dolió a los americanos fueron sus motores. La versión básica utilizaba un seis en línea de 95 CV, mientras que en opción se podía pedir con un V8 de 5,2 litros con apenas 125 CV, que había sido descafeinado para poder ofrecer un consumo contenido, y un enorme V8 de 190 del que se recibieron tan pocos encargos que se dejó de ofrecer en 1981.

Esta segunda generación no se ganó tanto el aprecio del mercado, por lo que duró poco a la venta. Al menos, míralo por el lado bueno, sí sirvió para que podamos hablar un poco de coches... 

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