Una ardilla, a punto de destruir un coche

Cuando John Gold, un conductor de 59 años, llevó su Opel Astra al taller Bosch de Warwick (Reino Unido), no podía imaginar lo que encontrarían los mecánicos bajo el capó. Los profesionales iban a reparar una fuga en el radiador, pero encontraron que la toma de aire del vehículo estaba completamente atestada... de cacahuetes.
"Había cientos de frutos secos y semillas. Mi suegra suele colocarlas cerca del lugar en el que aparco el coche para que las cojan los pájaros, pero una ardilla debió apropiarse de ellas y las almacenó", ha explicado Gold.
La ardilla llenó de frutos secos la toma de aire del vehículo
Jason Perry, encargado del taller, ha asegurado: "Llevo 42 años en este negocio y jamás había visto algo así. De hecho, nos sorprendió que el vehículo siguiera funcionando, ya que los cacahuetes habían bloqueado el filtro". Y añade: "Los roedores pueden causar daños considerables en un automóvil; justo al lado de la toma de aire se encuentra la centralita: si la ardilla hubiera mordido los cables, el problema habría sido muy serio", ha advertido.
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