Logo Autobild.es

Tres razones para cambiar de coche si tiene más de 10 años

cambiar de coche

A quien le gustan los coches, cuando elige uno, acaba teniendo un apego a él más que racional. Con el paso de los años se acumulan vivencias, buenos y malos recuerdos… que hacen que el momento de la despedida sea más duro de lo que debería. Sin embargo, acaba por llegar y te vamos a dar tres razones para cambiar de coche si tiene más de 10 años.

No vas tan seguro como deberías

El tiempo no pasa en balde y menos en un sector como el de la automoción, fuertemente vinculado con la tecnología y en el que los avances llegan de manera casi continua.

Parte de ellos se centran en el infoentretenimiento, algo que lógicamente marca una enorme distancia en los modelos actuales respecto a los de hace una década, pero, aunque es un punto a considerar, también está claro que es algo accesorio y que tampoco justificaría cambiar de coche.

Sin embargo, hay otra área relacionada con la tecnología que sí afecta a un aspecto capital que si debería hacer que te plantees sustituir tu vehículo: la seguridad.

 

Y hablamos tanto de la activa, donde quizá se aprecie más la evolución, como en la pasiva, que puede pasar más desapercibida. La construcción de los coches es mejor que hace unos años, elementos como los airbags rinden mejor y son más numerosos, los sistemas de retención para los más pequeños, etc.

Y en cuanto a la seguridad activa, la diferencia es incluso más relevante, puesto que los sistemas de los que dispone hoy casi cualquier vehículo, son los que hace 10 años o más solo estaban reservados para modelos premium o segmentos superiores.

Empiezan a acumular gastos extra

De la misma manera que ocurre con los seres humanos, con el paso de los años empiezan a notarse los achaques en los coches, algo que suele tener como consecuencia directa un goteo incesante de pequeños problemas que resultan en pasar por caja de manera más habitual de la que nos gustaría.

Es lógico que con el paso del tiempo ciertas piezas comiencen a acusar el desgaste y haya que reponerlas, pero puede ser desde elementos baratos y sencillos de sustituir hasta “destrozos” que puede suponer un desembolso enorme, si tienes la mala suerte de que te toque a ti.

Eso por no hablar de cuando llega un periodo en el que parece que se junta todo y el coche pasa más tiempo en el taller que en casa.

Si es tu situación, puede ser buen momento para cambiar de coche. Se trata de una inversión costosa, pero en “tapar agujeros” de tu automóvil antiguo también te estarás dejando una buena suma, y además te ahorrarás quebraderos de cabeza.

Las etiquetas empiezan a apremiar

Si tu coche tiene una década a sus espaldas hablamos de una fecha de matriculación en 2013 o anterior. Está dentro de los parámetros de los coches con distintivo ambiental, pero en función del combustible que use se salva por los pelos o no: un gasolina de ese año ya disfruta de la etiqueta C, al mejor “no electrificada”, pero un diésel ya es B.

Eso significa que está en el disparadero y es que, visto el discurrir de la situación, será el próximo grupo en el punto de mira de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) y las restricciones a la movilidad. Todavía no hay hoja de ruta al respecto, pero en los próximos años lo lógico es que también se vean perjudicados por la normativa.

Es posible que sea buen movimiento venderlo ahora que esa etiqueta todavía tiene algo de valor.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.