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Fernando Alonso lucha por el título mundial; ¿lo conseguirá?

Fernando Alonso celebra su victoria en el GP de Corea
Era inevitable. ¿Cómo no iba a despertar grandes expectativas la unión de la escudería más exitosa de la historia y el mejor piloto del último lustro? Ferrari+Fernando Alonso era una operación que, para muchos, sólo podía dar como resultado el título. Si todo fuera tan fácil… ¡Pero aún es posible! En el siguiente análisis te lo explicamos todo.

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Para empezar, el equipo italiano venía de un año que, por utilizar términos golfísticos, había concluido muy por encima del par para su estándar de excelencia reciente. Y, como en más de una ocasión apuntó -no sin acierto-, Alonso, al mismísimo Michael Schumacher le llevó cinco largas temporadas poner fin al ayuno de títulos de pilotos que había padecido la casa de Maranello desde el remoto 1980.

Lo cierto es que la aventura no pudo comenzar mejor, con ese victorioso debut en Bahrein. Un éxito logrado (como seguiría siendo la tónica del año) sin disponer del coche más rápido. La fragilidad mecánica de ese cohete creado por Adrian Newey y llamado Red Bull RB6 permitió a Fernando comenzar la temporada como líder. Curiosamente, el círculo se cerró en Corea con la repetición de la jugada. De nuevo, el monoplaza de Vettel no aguantaba y allí estaba el asturiano para aprovechar la ocasión y recuperar el mando en la tabla. Algo que no muchas semanas atrás parecía entrar en el terreno de la fantasía.

Y es que una sucesión de errores, propios y del equipo, y circunstancias desafortunadas (baste recordar lo sucedido en Valencia y Silverstone) conspiraron para que Alonso, cuyo F10 estaba para entonces ya muy mejorado, saliera del Gran Premio de Bélgica a 41 puntos del entonces líder, Lewis Hamilton. Si no perdido, el Campeonato se antojaba muy lejano. Pero el español no arrojaba la toalla. “Todavía podemos hacerlo”, afirmaba tras su abandono en Spa. “Sigue habiendo cinco candidatos; hoy sólo dos han puntuado, pero tal vez en la próxima carrera suceda lo contrario y volvamos a estar cerca en la clasificación. Ahora quedan seis pruebas y el que haga el mejor trabajo será el campeón”.

Palabras premonitorias. La siguiente cita, en Monza, fue un microcosmos de esta auténtica montaña rusa de temporada: los más damnificados en Bélgica fueron los triunfadores en la pista italiana, con Fernando sumando otro emotivo triunfo en la catedral de Ferrari por delante de Jenson Button. Y tres carreras más tarde, con otras dos victorias y un segundo puesto, está claro quién ha venido haciendo el mejor trabajo. Los números cantan: desde el accidente en Spa, Alonso ha sumado 90 puntos, por 55 de Vettel, 42 de Button, 41 de Webber y 28 de Hamilton.

El resultado es que Fernando es el único de los cinco que llegará a Brasil, la próxima semana, en condiciones de proclamarse campeón. Quiere el destino que sea precisamente en Interlagos, el mismo escenario en el que consiguió sus dos primeros títulos. Desde hace tiempo, venía repitiendo, como un mantra, que estar en el podio sería la clave para, cuanto menos, poder llegar a la cita final en Abu Dhabi dentro de la pelea. Esa vuelve a ser ahora la premisa básica. Nadie en Maranello -del presidente, Luca di Montezemolo, al último mecánico, pasando por el propio Alonso- quiere echar las campanas al vuelo. Y hacen bien. El Red Bull sigue siendo el coche más rápido, y si Mark Webber se impone en las dos pruebas restantes, será campeón, haga lo que haga el asturiano. Pero es mejor llegar a Sao Paulo en cabeza que teniendo que remontar, y la posibilidad de que Fernando se una al exclusivo club de tricampeones, en compañía de los Senna, Stewart, Lauda, Piquet y Brabham, está ahí. Estas son las combinaciones que conducen a la gloria:

Opciones de título de Alonso en Brasil

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Carlos Flores

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