Seat explica cómo funciona la fotogametría, el 'VAR de las fábricas de coches'

La clave para que un coche funcione como debe es la precisión. Tanto es así que, para asegurar que la carrocería cumple debidamente su función, los estándares de calidad fijan tolerancias inferiores al grosor de un folio. Ahora bien, ¿cómo saber que un vehículo cumple los requisitos de rapidez, precisión y conectividad? Con fotogametría, una tecnología que Seat compara con el VAR del fútbol.

Seat lleva tiempo aleccionándonos y descubriendo curiosidades sobre el proceso de fabricación de un coche. Con sus tutoriales, hemos aprendido que el diseño de los coches comienza en un pared, que  

El VAR de las fábricas de coches

Seat dice que la fotogametría es para las fábricas de coches como el VAR para los partidos de fútbol.

"En fútbol, un centímetro puede marcar la diferencia entre un gol que sube al marcador y un fuera de juego; con la implementación del VAR (asistente de videoarbitraje), se ha conseguido afinar la precisión a la hora de analizar esos centímetros de legalidad", cuestionan. Pero, ¿qué pasaría si en lugar de centímetros hablásemos de décimas de milímetro, el equivalente al grosor de un folio? "El departamento de Técnica de Medición y Meisterbock de Seat se encarga de ello midiendo las carrocerías", explican desde Seat. 

Hasta ahora, este proceso  de medición se hacía de manera semimanual. Ya no; "una innovadora tecnología sin contacto ha llegado para marcar un antes y un después en la eficiencia del proceso cuando el coche ya ha llegado a la línea de producción".

Fotogametría, qué es y cómo funciona

“La fotogrametría es una tecnología de medición óptica sin contacto que nos permite captar millones de puntos de un objeto mediante fotos, marcando la profundidad y el grosor de cada espacio”, explica Pedro Vallejo, gerente de Técnica de Medición y Meisterbock de Seat. Después, los puntos recogidos se plasman en un mapa de color que indica si hay desviaciones respecto al ideal. 

En cada uno de los turnos de producción se seleccionan aleatoriamente conjuntos de piezas de la línea de montaje para revisarlos a fondo. Los AGV (robots automáticos) transportan estos componentes hasta las instalaciones de medición. Allí, unas máquinas de 1.500 metros cuadrados con un cabezal fotográfico empiezan el trabajo para  asegurar que todos los vehículos que salen de la línea de producción tienen las medidas adecuadas. De este modo, se certifica la seguridad y el rendimiento y se pueden recalibrar a tiempo las posibles desviaciones.

Por qué las mediciones de la carrocería deben ser tan precisas

Una carrocería es la suma de diferentes conjuntos de piezas ensambladas entre sí; por eso, la precisión en sus medidas debe ser exacta. “En total, las máquinas sacan entre 200 y 300 fotos por conjunto y 1.000 del esqueleto entero, lo que equivale a medir siete millones de puntos por conjunto y hasta 98 millones de toda una carrocería”, explica Triguero. Esto son 9.000 fotos y hasta 210 millones de puntos analizados al día.

La tecnología óptica ha supuesto un ahorro del tiempo de medición de hasta el 90% respecto a la medición táctil convencional. “Antes, en un día medíamos tres piezas, mientras que ahora inspeccionamos 30 diarias”, apunta Triguero. “Esto nos ha permitido transformar profundamente la manera de trabajar de los últimos 20 o 30 años,  y hemos formado a los trabajadores en técnicas de mayor cualificación, y aumentando exponencialmente la información que obtenemos para que el cliente reciba el mejor coche posible”, comenta Vallejo. Actualmente, esta técnica se reproduce en la línea del Seat León y del Cupra Formentor.