Desde Goodwood, sede de la compañía, su director ejecutivo Torsten Müller-Ötvös, cuenta como han diseñado el primer vehículo con una batería eléctrica para el segmento de ultra-lujo, el Rolls-Royce 102EX. "Con este vehículo, hemos empezado a investigar alternativas motrices de conducción, buscando tecnologías que puedan ser adecuadas para conducir automóviles Rolls-Royce del futuro".
La marca inglesa produce coches encuadrados en el automovilismo de lujo, hechos para una clientela reducida y exclusiva. Con el 102EX, también conocido como el eléctrico Fantasma Experimental (EE), la intención de la empresa es poner a prueba las opiniones y reacciones de sus consumidores en cuanto a las opciones alternativas de propulsión que den a sus vehículos un toque más medioambiental.
El Rolls-Royce 102EX servirá como banco de pruebas para una gira mundial programada por Europa, Oriente Medio, Asia y América del Norte. A través de estos recorridos, se dará a los clientes la oportunidad de aportar sus experiencias, sensaciones y preocupaciones directamente a Rolls-Royce.