En Red Bull ya sueñan despiertos… con ganar en 2020

En Red Bull ya sueñan despiertos con ganar en 2020. Y no, no es que se hayan bebido una de sus latas, sino que saben que han sido los únicos en poner en apuros a Mercedes. Nos lo contó el propio Max Verstappen hace unos meses en una visita a la sede del equipo, en Milton Keynes, cuando estaban diseñando el nuevo coche que acaban de presentar, el espectacular RB16.

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Donde los sueños (de Red Bull) se hacen realidad

Hay neveritas por todas partes, aunque no hace falta ningún tipo de excitante enlatado para que todo te deje los ojos como platos. Soy el único periodista español que está paseándose por la fábrica del Aston Martin Red Bull Racing Team de F1 y, aunque los últimos tiempos hayan sido de dominio Mercedes, aquí huele a que algo importante se está cocinando para emplatar muy pronto... 

Ingredientes no les faltan: en el campeonato de Constructores han quedado terceros en 2019, por detrás de Ferrari (419 puntos frente a 504) y Mercedes (739), pero su piloto estrella, Max Verstappen, ha conseguido más victorias que los dos Ferrari juntos (tres primeros puestos contra dos de Charles Leclerc y una de Sebastian Vettel) y ha cerrado el año como tercer clasificado del Mundial de Pilotos, por delante de ambos.

Y semejantes resultados no eran nada fáciles, porque lo habían apostado todo al motor Honda que rechazó McLaren y Alexander Albon tuvo que sustuir de pronto por falta de resultados a Pierre Gasly, que a su vez lo relevó en Toro Rosso. Por suerte, mientras ellos ponían toda la taurina sobre la pista, Ferrari, más preocupada por frenar la borrachera de ego de sus pilotos, se dedicó en cada GP a desparramar una buena sangría de puntos y a aguar a Hamilton su sexto Mundial.

En la cocina del éxito

Con ese regusto dulce en la boca y siluetas de toros en cada rincón, avanzo por esta fábrica de sueños situada en Milton Keynes, a 60 minutos de Londres, a menos de una hora de lugares igualmente míticos como Woking (casa de McLaren), Wantage (Williams), Enstone (Lotus), Gaydon (sede de su nuevo patrocinador fuerte, Aston Martin) y Silverstone, donde se ubica el legendario circuito donde se sigue celebrando el GP de Reino Unido.

Si hay algo más secreto que la fórmula de cierto refresco americano que ya patrocina a Carlos Sainz y Lando Norris, eso es precisamanente la receta de otra fórmula, la F1. Las fotos no oficiales están terminantemente prohibidas. Y aunque para un periodista eso siempre sea una lata,  hay que ponerse en la piel de esta gente, porque cualquier pista que publique aquí puede suponer unas décimas de ventaja para la competencia en 2020. ¡Qué responsablidad!  Necesito un trago. De agua..

Sed de más victorias

Desde su nacimiento en 2004, esta joven escudería ha cosechado hasta hoy cuatro títulos Mundiales de Constructores, otros tantos de Pilotos, 62 victorias y 170 podios. Concretamente, fue casi invencible desde 2010 a 2013 -que se lo digan a Fernando Alonso-. Y ahora, tras la marcha de Webber, Vettel y Ricciardo -por ese orden-, el laureado equipo se cree en condiciones de volver a reinar más pronto que tarde, gracias al empuje y la calidad de Max. 

En el Electronic Workshop, los ingenieros apagan los monitores a mi paso, pero sonríen entre mapas de potencia y planos ultraconfidenciales de la arquitectura de cada pieza, todos trabajan en silencio... cuando no hay carrera, pues se trata de un pequeño multicine en el que cada fin de semana de GP,  unas 45 personas trabajan para monitorizar la telemetría, los coches, los otros corredores, procesar todo en tiempo real y tomar decisiones coordinadas con las 60 personas que hay desplazadas al circuito. 

Es allí también donde hay abrazos, aplausos y achuchones, como en la NASA, cuando los cohetes de Verstappen y Albon cruzan la meta en una buena posición; pero también allí es donde llueven las collejas si la estrategia falla. Eso sí: mucho antes de poner en pista los bólidos, todo tiene que estar medido al milímetro en los otros departamentos que también visitamos,  para correr más... y para cumplir con las exigentes normas de seguridad. 

Eso se consigue en el departamento de Investigación y Desarrollo. Luego hay que construirlo todo, pero antes, se experimenta con un modelo a escala que va de cabeza al túnel de viento, supervisado directamente por los ingenieros que dan órdenes muy precisas en el Manufacturing Department. Allí huele a pegamento y a quemado, porque unas máquinas, que no son impresoras en 3D -aunque lo parezcan y estas sí se usen para explicar elementos complejos en la distancia-, fabrican piezas reales (cada año, unas 30.000) para someterse también al flujo aerodinámico de ese túnel. 

A Alonso no le dan 'la lata'

Red Bull nunca tuvo motores propios, ni antes (con Renault) ni ahora (con Honda); no comparten los suyos con nadie, salvo con su segundo equipo,  Toro Rosso; no tienen coches de calle como McLaren, Ferrari o Mercedes... y no se cansan de repetir que no han hecho una oferta formal para que Alonso vuelva a la F1, a pesar de un cuadro impresionista en el pasillo en el que un RB luce el número 14 (de la época en la que nadie tenía dorsal fijo en F1). 

Verstappen y Albon sí se seguirán paseando por aquí, donde fabrican casi todo (unos 10.000 elementos del coche, más los que adaptan al chasis y lo que viene de fuera -motor, caja de cambios, frenos-)  y tienen su propio túnel de viento. Cuentan que “el éxito está en  la rapidez entre la innovación y la fabricación”, en el Departamento de Composites, con fibras de vidrio y carbono, panal de abeja, aleaciones... 

Llega Max con el logo de la plataforma para comprar coche Car.Next.com. Es el último de los sponsors que pelean por él. Y todo apunta a que sus éxitos le van a dar más alas a su caché... Puedes leer la entrevista que le hicimos aquí.

Galería de fotos del nuevo Red Bull RB16

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Red Bull RB16 (8 imágenes)

Imagen: Carnext.com/Red Bull/Rodrigo Fersainz