Radares de línea continua, aquí están los cuatro que ha puesto la DGT en España
La DGT ha instalado cuatro radares de línea continua en España, un novedoso aparato compuesto por dos cámaras que vigilan a los conductores que superan la línea continua en los carriles de incorporación. Te explicamos dónde están ubicados.
Desde hace mucho tiempo, la Dirección General de Tráfico pone a su disposición una serie de medios técnicos destinados a vigilar el comportamiento de los conductores en la carretera, con el objetivo de reducir lo máximo posible las infracciones. Uno de los más novedosos son los radares de línea continua. Te decimos dónde están.
El ser humano no es perfecto y comete errores. Algunas veces, esos fallos son voluntarios y otras involuntarios. Pero, a la hora de conducir, un error puede tener graves consecuencias.
Normalmente, los radares se utilizan para medir la velocidad y controlar a los conductores que rebasan los límites legales. La DGT cuenta con un amplio equipo, con casi 3.000 cinemómetros distribuidos por toda España, excepto en Cataluña y País Vasco, donde no tiene las competencias de tráfico.
Entre esos casi 3.000 aparatos, hay que distinguir entre fijos y móviles, de tramo, Veloláser o el famoso helicóptero Pegasus, entre otros.
Todos temen los radares, pero ha demostrado ser la herramienta más eficaz para mantener a raya a aquellos que pisan demasiado el pedal del acelerador.
No olvidemos que el exceso de velocidad sigue siendo uno de los principales factores que provocan los accidentes de tráfico. Aun así, los casos de conductores que circulan a altas velocidades se siguen produciendo.
Radares que no miden la velocidad
Como hemos dicho antes, la mayoría de los radares sirven para medir la velocidad de los vehículos. Sin embargo, en los últimos años, han proliferado otro tipo de radares que no controlan la velocidad, sino que se utilizan para vigilar otros comportamientos de los conductores.
Por ejemplo, existen los radares de semáforo, que son unas pequeñas cámaras que ‘cazan’ al conductor que se lo salta cuando está en rojo. También hay radares que vigilan el uso del cinturón de seguridad y el uso del móvil, así como respetar la señal de STOP.
Esta última, respetar el STOP, es muy importante y, de hecho, saltárselo es una de las infracciones más comunes, por detrás del exceso de velocidad (4.739), no mantener la distancia de seguridad (4.981) y no respetar otra regulación de prioridad (2.345).
Pero a esto hay que añadir otra infracción recurrente: invadir parcialmente el sentido contrario, con un total de 1.552 casos el año pasado. Por ello, la DGT ha empezado a utilizar la inteligencia artificial para vigilar ese tipo de conductas.
Desde hace unos meses, ha incorporado un total de 232 dispositivos, la mayoría de los cuales, destinados a controlar el uso del cinturón, a través de cámaras que detectan de manera automatizada los conductores que no lo llevan. Pero también hay que sumar dos radares de semáforo, otros dos de STOP y cuatro radares de línea continua.
Qué es un radar de línea continua
Como hemos señalado, uno de los accidentes más habituales son las colisiones laterales. En 2021, la DGT contabilizó un total de 217 fallecidos por este tipo de accidente.
Es verdad que, actualmente, muchos coches equipan un asistente a la conducción que avisa al conductor cuando está abandonando la trayectoria correcta, rebasando la línea y, de hecho, este sistema de seguridad forma parte de las ayudas ADAS que son obligatorias desde julio de este año.
Pero no todos los coches lo tienen y, a veces, por despiste, más de un conductor invade el carril contrario. Para evitarlo, Tráfico ha instalado los primeros radares de línea continua.
Se trata de un sistema compuesto por dos cámaras: una lee las matrículas de los vehículos que circulan por el carril de aceleración y otra, ubicada más adelante, graba a quienes se mueven por la parte derecha de la vía principal a la que se incorporan.
El sistema compara las matrículas. Cuando detecta un vehículo que, en la primera secuencia, aparece en el carril de aceleración, y en la siguiente, en el carril derecho de la vía principal, antes de haber terminado la línea continua, lo sanciona.
Posteriormente, las imágenes se envían al Centro de Tratamiento de Denuncias Automáticas, donde las revisan manualmente y tramitan la correspondiente multa, que asciende a 200 euros, sin retirada de puntos en el carné de conducir.
En cambio, saltarse un STOP sí implica la pérdida de cuatro puntos del permiso de conducir, además de los 200 euros de multa.
Llegados a este punto, la pregunta es: ¿dónde se ubican los radares de línea continua? Como hemos dicho, hasta el momento hay cuatro y todos se encuentran en la Comunidad de Madrid:
- Carretera A-1, en el punto kilométrico 15,95, sentido decreciente.
- Carretera A-2, en el punto kilométrico 11,8, sentido decreciente.
- Carretera A-42, en el punto kilométrico 16,9, sentido decreciente.
- Carretera A-6, en el punto kilométrico 20,2, sentido decreciente.
Por su parte, los dos únicos radares de STOP operativos actualmente están en la carretera CM-220 de Cuenca, kilómetro 68,68, sentido creciente, y en la carretera M-222 de Madrid, kilómetro 13,95, sentido creciente.
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