Polestar y Citroën llegan por fin a un acuerdo y firman la paz

Desde hace varios años, Polestar y Citroën mantienen un conflicto por el cual, la filial de Volvo no puede vender sus vehículos en Francia. Pero, por fin, parece que ambos fabricantes han llegado a un acuerdo y han firmado la paz.

El conflicto se remonta a 2017, cuando Citroën interpuso una demanda porque entendía que el logotipo de Polestar era muy parecido a los dos chevrones que utiliza la firma gala desde 2019. 

El logotipo en cuestión es una estrella estilizada que, según la marca sueca, simboliza la “estrella del Norte". Sin embargo, según el ángulo desde el que se mire, guarda cierto parecido con los famosos chevrones. 

Igualmente, en la demanda presentada ante la justicia francesa se argumentaba que la marca sueca se podía confundir con DS, submarca de Citroën, pero ya independiente, destinada a un nicho más lujoso. 

Polestar no vende en Francia desde 2020

En 2020, la demanda de Citroën desembocó en una sentencia judicial que daba la razón a los franceses, al considerar que los usuarios podían confundir ambos logotipos, perjudicando a la marca gala. 

Como consecuencia de esa sentencia, Polestar no puede vender sus coches en Francia desde 2020, un mercado clave en la estrategia comercial de la marca dependiente de Volvo y propiedad del Grupo Geely. Además, la firma escandinava fue sancionada con una multa de 150.000 euros por daños y costes legales.

Por su parte, Polestar demandó a Citroën, acusándolo de haber copiado el diseño de algunos juegos de llantas disponibles en varios mercados europeos. 

Polestar y Citroën llegan por fin a un acuerdo y firman la paz

Pero toda esta situación parece que ha llegado a su final y ambos fabricantes han alcanzado un acuerdo, según recoge el diario Le Monde. Aunque no se conocen muchos detalles, un portavoz de Citroën afirmó al medio francés que “las denuncias se han retirado” y reconoció que “el caso está cerrado”.

De confirmarse esta paz entre Polestar y Citroën, la marca escandinava podría debutar, finalmente, en el mercado francés, sumándose así a los 15 países europeos donde ya opera, entre los que se encuentra España.