Los planes de Volkswagen para frenar a Skoda, cuando el enemigo está en casa

En casa siempre me dijeron que debía llevarme bien con mi hermano y siempre fue así, quizá porque nunca hubo motivos para que uno despuntara por encima del otro. Pero ¿y si hubiera sido al revés y yo como pequeña hubiera sido mejor que él en muchos aspectos?

Estoy segura de que a mi hermano mayor no le hubiese gustado ni una pizca y habría urdido algún plan para pararme los pies. Pues bien, eso es justo lo que está pasando en el seno del grupo Volkswagen.

En la familia alemana, Volkswagen es el hermano mayor, el líder; por detrás, está Audi con el que por afinidad comparte muchos planes; y como último en llegar, Skoda. El hermano pequeño debía ser eso, el pequeño, sin muchas aspiraciones y con alguna que otra gracieta que hiciera sonreír a sus hermanos (léase el Skoda Kodiaq que se ha convertido en un éxito de ventas) pero sin aspiraciones de hacerles sombra. 

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Skoda Kodiaq Sportline (6 imágenes)

Pero al pequeño las cosas le han ido bastante bien. Sin hacer ruido ha ido creciendo y ganando posiciones y cuando su confiado hermano mayor se ha querido dar cuenta ha visto que ambos se miran a los ojos. 

¿Qué hacer para que no le supere? El viejo truco: poner la zancadilla.

Esta zancadilla sin regañina de mamá en el caso de Volkswagen llega en forma de incremento del precio que los checos tendrán que pagar por utilizar la tecnología compartida del grupo. Además, los sindicatos de VW están pidiendo que la fabricación de algunas piezas or productos de Skoda se trasladen a Alemania ya que así podrían compensar parte de los recortes que están asumiendo tras el Dieselgate.

Ante la situación, el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, ha anunciado su intención de reunirse con la dirección de Skoda para conocer la situación de primera mano. El gobierno checo tratará de evitar que la producción se traslade fuera del país al mismo tiempo que intentará que los planes de inversión de Volkswagen sigan adelante.