Magnussen, agotado, fue al centro médico en Singapur
José Armando Gómez
La dureza del GP de Singapur se dejó notar en todos los pilotos. Tras la carrera, Vettel no pudo finalizar su entrevista con la televisión alemana al empezar a notar nauseas y el debutante Kevin Magnussen tuvo que se atendido en el centro médico del circuito.
El de McLaren dejó claro el infierno que estaba vivendo durante la salida del 'safety car' cuando se subió la visera del casco y movió los brazos por encima del cockpit para tomar un poco de aire. "Estoy viviendo un infierno, no puedo más", decía por radio el danés de McLaren. "El agua me está quemando al boca. Es el punto más difícil que he conseguido en mi vida", confesaba.
"No sé si había algo mal con el coche, pero mi asiento empezó a estar muy caliente , lo que hizo las cosas muy incómodas", dijo el piloto danés.
El ruso Daniil Kvyat también sufrió deshidratación al quedarse sin agua al final de la carrera.
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