Internet es maravilloso. Cuando piensas que ya te lo has pasado entero, llega algo nuevo que te sorprende como, por ejemplo, ver a un ruso montarse en un coche, que previamente han prendido en llamas por el maletero, y saltar por un barranco para caer un en un lago helado.
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Es difícil de creer y también de asimilar, pero es la pura realidad: aquí tenemos la prueba:
Seamos sinceros: no hay por donde cogerlo. No tiene ningún sentido hacer algo así más que por internar crear un vídeo que se vuelva viral, aunque creemos que el coste a cambio y todo lo que podía haber salido mal es mucho. Vayamos por partes.
Primero, alguien tiene que llegar con la loca idea de lanzar un coche a un lago helado, después hay que pensar en complicarlo con la sugerencia de añadir fuego para que sea más emocionante y, después, hay que encontrar a un loco dispuesto a hacerlo. Eso solo en la fase de planificación.
A continuación hay que encontrar la localización adecuada. Que el protagonista se meta en el vehículo, de cuyo maletero ya está saliendo fuego, lo ponga a unos 60-70 km/h (según reza la propia descripción del vídeo) por un camino de tierra enfilando una rampa hasta hacerlo volar durante entre 30 o 40 metros antes de aterrizar (o amerizar) en un lago congelado situado 10 metros más abajo.
Las posibilidades de desgraciarse con el fuego, con el impacto contra el hielo, de ahogarse o de morirse de hipotermia son bastantes, pero contra todo pronóstico la cosa sale bien. Suponemos.
