Los hay que tienen suerte y encima no saben apreciarla. Y pongo como ejemplo al propietario de este Citroën DS 21 Pallas de 1970 que después de hacer lo que le ha hecho a su coche debería estar castigado por la Ley.
No solo es que haya cometido la aberración de pintarlo de color morado mate y combinarlo con esas llantas , es también (y sobre todo) la forma que tiene de tratarlo, de derrapar en las curvas, de hacer que todos sus componentes chirrien. ¿Acaso cree que para presumir de coche es necesario todo esto?
En mi modesta opinión la respuesta es que no. Porque para presumir de coche solo hay que tener eso, un coche y el Citroën DS 21 Pallas es, de por sí, lo suficientemente bonito y atractivo como para ponerle estos aderezos.
Tómate tu tiempo (el vídeo dura 27 minutos) para ver detalle a detalle, milímetro a milímetro y segundo lo que ha hecho y cómo trata este conductor a la joya que tiene en el garaje y luego dime ¿merece o no un castigo?