Greenpeace estrella un coche contra el Museo Reina Sofía

Greenpeace ha estrellad un coche contra el Museo Reina Sofía, en Madrid. Aunque por la imagen puede parecer que a los ecologistas lo de las protestas se les ha ido de la manos, en realidad todo es una simulación que se han currado mucho y les ha quedado de lo más realista.

Quienes paseaban ayer por los alrededores del Reina Sofía se extrañaron al ver a un grupo de supuestos trabajadores, todos ataviados con un mono rojo, preparando algo en una pared.

Lo que no se esperaban es que una horas más tarde en ese mismo sitio apareciera un coche empotrado.

Quieren que los coches más contaminantes acaben en un museo

Resultó que los del mono rojo eran activistas de Greepeace que estaban dando forma a una nueva protesta.

Los ecologistas habían preparado una simulación de un coche que acababa de sufrir un accidente contra el museo. El supuesto coche era un Renault con una matrícula que resumía el mensaje: FIN 2028.

La petición de Greenpeace es que todos los coches contaminantes, ya sean diésel o gasolina, desaparezcan y terminen metidos en un museo antes de que termine el año 2028.

Con el coche ya empotrado en la pared, varias personas mostraron diferentes pancartas donde exigían la extinción de los coches con motores de combustión, diésel o gasolina, y que en 2028, éstos solo deberían de estar en los museos.

No los quitarán, pero sí subirán los impuestos

La protestas de Greenpeace se produjo solo unas horas después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunciara que el diésel subirá una media de 3,3 euros al mes, como medida disuasoria. 

"Si se pretende que la temperatura media del planeta no suba más de un 1,5ºC, los motores de combustión, en menos de 10 años, sólo podrán estar en los museos, como algo del pasado", ha explicado la organización.

Fotos: Twitter Greenpeace