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El FBI evita un ciberataque a Tesla

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Un ruso, un estadounidense, Tesla, el FBI y un ciberataque: podrían parecer los protagonistas de un chiste, pero lo cierto es que la historia no tiene vis cómica alguna. El primero tenía pensado atacar la empresa de Elon Musk a través del segundo hasta que éste se puso en contacto con la agencia de investigación criminal. Así consiguió el FBI evitar un ciberataque a Tesla.

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Ha sido el propio Departamento de Justicia de Estados Unidos quien ha emitido un comunicado con algunos de los detalles de la historia. Una nota de prensa en la que no nombraba a Tesla, pero sí a una empresa ubicada en Nevada. ¿Cómo se ha llegado a la conclusión de que se trataba de la empresa californiana? Fue el propio Elon Musk quien lo confirmó en Twitter: “Muy agradecido. Esto fue un ataque serio”. Y tanto.

Egor, el ruso

Vamos con los hechos. Todo empieza cuando Egor Igorevich Kriuchkov, un ruso de 27 años, se pone en contacto con el trabajador de Tesla a través de un amigo en común: le cuenta que va a viajar a EEUU y que le gustaría visitarle. A finales de julio aterriza en Nueva York y de ahí vuela a San Francisco. En la Costa Oeste alquila un coche para viajar hasta Nevada, donde está la Gigafactoría de Reno.

Es aquí cuando el empleado de Tesla empieza a sospechar de Egor. Visitan el Lago Tahoe con dos amigos: el ruso nunca quiere salir en las fotos y, además, se ofrece a pagar todos los gastos del viaje con lo que había ganado apostando en el hotel. Los recelos se confirmar cuando, tras la excursión, le propone una comida de negocios.

Tesla Model 3
Tesla Model 3Tesla

Objetivo: 2 millones

Sin rodeos le explica que trabaja para un grupo que lleva a cabo proyectos especiales que consisten en lanzar malware a grandes compañías. O lo que es lo mismo: introducir un programa que realiza acciones dañinas de forma intencionada y sin el conocimiento del usuario. En el caso de Tesla consistía en simular un ataque de denegación de servicios (DDoS) mientras se orquestaba otro ataque para filtrar información de la compañía a los atacantes.

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El objetivo de los ciberdelincuentes pasaría por pedir una cantidad para no revelar estos datos extraídos de la compañía de Elon Musk. Con este plan pretendían lograr 2 millones de dólares (1,68 millones de euros según el cambio actual) de rescate… teniendo en cuenta que el programa espía diseñado específicamente para atacar a Tesla les iba a costar unos 250.000 dólares (210.000 euros).

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Arrestado en Los Ángeles

Evidentemente para ejecutar el ataque necesitaban tener a alguien dentro. Y esa persona era el trabajador de Tesla al que Egor hizo una oferta de 500.000 dólares (420.000 euros) que acabaría transformándose en 1 millón (840.000 euros). A cambio sólo tenía que introducir un USB en un ordenador de la compañía o enviar un correo electrónico que incluyera el malware. Fue entonces cuando el empleado de Musk acudió al FBI y les informó de todo.

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Así las cosas, la agencia de investigación criminal empezó a monitorear y grabar sus encuentros con el ruso: tras varias conversaciones en las que se sucedían los detalles sobre el ciberataque y el programa de malware, Egor fue arrestado a finales de agosto en Los Ángeles por un delito de conspiración para causar daños a un ordenador protegido intencionadamente.

Etiquetas: Tesla

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