La DGT explica las verdaderas normas para usar el carril de sentido contrario

En episodios de alta densidad de tráfico, la DGT toma una serie de medidas para mejorar la circulación de los vehículos. Aquí nos explica las verdaderas normas para usar el carril de sentido contrario.

Los carriles en sentido contrario al habitual son frecuentes en los accesos a las ciudades en autopistas y autovías para dar fluidez circulatoria. De esta forma, además de descongestionar las carreteras, ayuda a evitar accidentes y controlar las aglomeraciones. 

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Para habilitarlos, se recurre a dos técnicas que solemos ver muy a en las carreteras españolas: en vías convencionales de dos carriles por sentido, se aprovechan los arcenes para dividir los carriles en tres y extraer un carril extra que estará separado por conos.

En cambio, en autopistas y autovías, se aprovecha el carril doble en sentido contrario para habilitar un carril adicional. En uno de los diferentes cruces habilitados en la autopista, se extrae un nuevo carril ‘restándolo’ del que circula en sentido contrario.

Normas para usar el carril de sentido contrario

Para poder circular por el carril de sentido contrario, la DGT establece una serie de normas para de obligado cumplimiento para garantizar la seguridad de todos.

Como recoge el Código de Circulación, solo los turismos sin remolque y las motos tienen derecho a circular por este carril.

Además, el límite de velocidad suele indicarse al principio del carril, aunque normalmente se establece en 80 km/h. También hay una velocidad mínima exigida, que se sitúa en 60 km/h, para garantizar la descongestión del tráfico.

Por último, cuando un vehículo circula por un carril de sentido contrario debe llevar las luces de cruce encendidas obligatoriamente, ya sea de día como, sobre todo, de noche.