Descubre cuáles son las diez averías más frecuentes en los coches

Diariamente, 13.150 conductores solicitan un servicio de asistencia, lo que significa que 548 vehículos son atendidos en carretera cada hora. Son cifras de un estudio llevado a cabo por el RACC, que ha examinado las características de la ayuda técnica durante el invierno y la incidencia de la humedad, la lluvia o las bajas temperaturas en las averías. Según sus estimaciones, 1.544.925 coches necesitarán auxilio en España hasta que llegue la primavera, afectados por diversos problemas. ¿Quieres saber cuáles son los más frecuentes?

Según la entidad, en primer lugar (34,1%) se encuentra el sistema eléctrico general; un 25% de estas averías está originado por la batería. El motor (28,2%) y las ruedas, suspensión, dirección y frenos (11%) completan este particular podio de incidencias. Le siguen la transmisión (7,5%), la inyección y carburante (6,6%), otros dispositivos (4%), el mecanismo de refrigeración (4%), la seguridad (3,2%), el encendido (1,3%) y el escape (0,2%).

El lunes es el día de la semana en el que se realizan más asistencias; la mayoría de ellas se concentran entre las 8 y las 11 de la mañana. Además, diciembre es el mes más problemático de todo el invierno: al gran número de desplazamientos se suma ahora el progresivo envejecimiento del parque automovilístico -de acuerdo a una encuesta realizada por el RACC, el 70,4% de los conductores no tiene previsto comprar un coche en los próximos cinco años, y el 39,1% posee un vehículo de entre cinco y diez años-. Además, hay que tener en cuenta que, según el estudio llevado a cabo por la organización catalana, más del 70% de los españoles no ha colocado nunca las cadenas y más del 36% jamás ha cambiado una rueda.

Ante estas cifras, el club ha dado un decálogo de recomendaciones para circular en invierno (también puedes consultar las que te ofrecemos en AUTO BILD):

- Adaptar el tipo de conducción a las condiciones de la vía y aumentar la distancia de seguridad (el espacio necesario para detener el vehículo sobre el asfalto mojado es tres veces mayor que sobre el pavimento seco).

- Conducir con suavidad, reducir la velocidad y no acelerar o frenar de forma brusca.

- Seguir el trazado de las roderas de otros automóviles. Si hay hielo, la nieve acumulada en los bordes de dicha rodera ayudaría a guiar el coche.

- Probar las cadenas para confirmar que se adaptan a las medidas del neumático y que son fáciles de montar. Utilizarlas únicamente cuando haya nieve sobre el tramo por el que se circula y quitarlas (apartándose a un lado de la vía) tan pronto se abandone el asfalto nevado.

- Revisar el desgaste de las cubiertas; el límite legal permitido es de 1,6 milímetros, pero no debería ser inferior a 3 mm para que la adherencia y la seguridad aumenten.

- Verificar la presión de inflado de las ruedas: debe hacerse en frío (al menos, una hora después de circular). Hay que elevarla si el coche va cargado.

- Garantizar la visibilidad: se deben comprobar los cristales, las luces y el limpiaparabrisas. Si estos últimos se han desgastado, hay que sustituir las escobillas. También es recomendable levantarlos si el vehículo se aparca en un sitio abierto, para evitar que el caucho se pegue al cristal. El hielo del parabrisas nunca debe quitarse con agua caliente, ya que el contraste de temperatura podría dañar la luna.

- Revisar el estado de la batería y los niveles del anticongelante, el aceite, los frenos...

- Comprobar que se dispone de linterna y guantes, además de los elementos obligatorios (chaleco reflectante, triángulos de emergencia...). Es importante llenar el depósito de gasolina y vigilar que el gasoil no se congele. Si esto ocurre, hay que esperar hasta que se descongele de forma natural.

- Consultar el estado de las vías antes de iniciar el viaje. Precisamente, los servicios avanzados sobre la información del tráfico son una de las innovaciones que el RACC ha implantado en su asistencia en carretera, además de la reparación in situ o la geolocalización.