Uno de los deportivos más puros finalmente sucumbe a la electrificación

El avance de los coches eléctricos dista mucho de ser espectacular, pero sí que poco a continua, inexorable, hacia un futuro de cero emisiones. Esto hace que incluso ciertos segmentos en los que a priori no pegarían tanto se acaben empleando este tipo de mecánicas y el ejemplo que os traemos hoy podría ser paradigmático.

El Caterham EV Seven Concept es solo un prototipo, pero de él derivará un modelo de producción que a todas luces será prácticamente idéntico, y que será el primer eléctrico de la compañía.

A simple vista, salvo por la ausencia de escapes y por los gráficos específicos, es casi imposible darse cuenta de que es un modelo de cero emisiones, y es que Caterham ha partido de la base conocida de sus coches para desarrollar un modelo que ha conseguido mantenerse fiel a la idiosincrasia de la compañía, incluso pese a las limitaciones inherentes a los coches eléctricos.

Hablamos, lógicamente, del peso añadido que suponen estas mecánicas, algo que la firma ha logrado contener hasta el punto de que el EV Seven Concept pesa solo 700 kilos, lo que es un aumento de únicamente 70 respecto al Seven 485, su “igual” con motor de combustión.

Eso sí, por dentro la configuración nada tiene que ver. Para lograr la distribución de peso más óptima, las baterías, con una capacidad de 51 kWh (40 kWh útiles), están coladas en la parte delantera y justo tras el eje delantero, mientras que el propulsor va colocado sobre el eje trasero.

Éste está firmado por Swindon Powertrain, tiene una potencia de 243 CV y un par máximo de 250 Nm y permite una aceleración de 0 a 100 km/h en cuatro segundos.

El Caterham EV Seven Concept está pensado para tandas en circuito, aunque el modelo de producción será legal para la calle, donde puede estar corriendo durante 20 minutos. Tras eso necesita 15 minutos de carga a 152 kWh de potencia para volver a hacer otra tanda.