Dani Rivas ya tiene su estatua inmortal en Moaña
Diego de Arístegui
Dani Rivas ya tiene su estatua inmortal en Moaña. El pasado fin de semana ha sido testigo del último de los homenajes que ha recibido el piloto gallego que perdió la vida junto a Bernat Martínez en un trágico accidente en Laguna Seca durante la disputa del MotoAmerica 2015. Más de un año después, la localidad que vio nacer, crecer y triunfar a Dani Rivas rinde homenaje a uno de sus ídolos deportivos con una estatua que hará que su nombre siempre esté en los corazones de todos los aficionados.
Esta estatua era uno de los deseos que ansiaba conseguir su padre, Willy Rivas, y presidente de la Fundación Dani Rivas, que ha sido la entidad que ha asumido en toda su totalidad la construcción de esta estatua gracias a las donaciones desinteresadas y a la venta de merchandising. Con todos los recursos reunidos, se encargó la elaboración de la misma al escultor José Morales, que tras unos meses de intensa labor con el cobre ha dado vida a una estatua que mide casi tres metros de altura.
La manta que descubrió dicha estatua fue descubierta por el propio Willy Rivas y su hermana Lorena. A los pies de la misma se hallaba la BMW HP4 con la que compitió Dani Rivas en su última temporada en el FIM CEV Repsol, un regalo que fue posible gracias a la generosidad de los hermanos Espargaró, que la compraron y se la regalaron a la familia Rivas.
Desde ese día, Dani Rivas permanecerá más inmortal que nunca en la Plaza del Emigrante, lugar al que el piloto acudía con sus amigos cuando se encontraba en Moaña. La inauguración de su estatua estuvo animada por el rugir de los motores de algunas motos que se dieron cita en dicho emplazamiento para recordar a un grandísimo piloto, pero sobre todo a una bellísima persona.
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