La cubierta del motor es tu mayor enemigo para ser mecánico
Un coche tiene tantos componentes que muchos de ellos los pasamos por alto y otros tantos los damos tan por hecho que nunca nos hemos parado a pensar con detenimiento que hacen ahí o qué consecuencias tiene su presencia en el vehículo. Hoy vamos a hablar de la cubierta del motor, aparentemente una parte de importancia nula pero que parece que podría ser el principal escollo para que lleves a cabo tus pinitos como mecánico.
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Lógicamente si eres experto en mecánica o si te apasiona, lo que vamos a contar no te afecta, pero para un usuario medio abrir la tapa del capó y ver esa enorme pieza de plástico supone un palazo moral importante. Así lo apunta un estudio llevado a cabo por Haynes Publishing, un editor de manuales de reparación.
La compañía llevó a cabo una encuesta informal entre sus clientes preguntándoles qué les impedía ponerse a hacer tareas de mantenimiento o reparaciones sencillas en su vehículo. La respuesta más extendida fue “el trozo de plástico”. Y es que, como apunta J. Haynes, CEO de la empresa, “no puedes arreglar lo que no se puede ver”, y continúa “la mayoría de la gente no se da cuenta de que retirar unos pocos tornillos les permite acceder al motor y hacer el mantenimiento de sus propios coches, ahorrándoles montones de su duramente ganado dinero”.
Y es que este es un aspecto clave, sin los componentes a simple vista, es difícil evaluar el estado del motor, y problemas nimios como ligeras pérdidas, piezas flojas o cambios de líquidos acaban derivando en visita obligada al taller.
A pesar de que se hayan convertido en tu mayor enemigo para convertirte en un auténtico manitas, las cubiertas de plástico del motor tienen su razón de ser. Originalmente su fin era estético, eliminando de la vista los feos componentes del bloque y ofreciendo y una superficie más limpia al ojo, pero actualmente también tiene su papel como aislante acústico.
Fuente: Business Insider.
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