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Comparativa: 4 Porsche 911 clásicos tuneados en el siglo XXI

Metemos a cuatro bellezas en circuito: modelos clásicos de Porsche 911, restaurados por preparadores alemanes de hoy en día. Y estos coches llevan muchas novedades bajo la chapa. Comparativa: 4 Porsche 911 clásicos tuneados en el siglo XXI.

Porsche 911 de dp Motorsport

Parece un Porsche clásico, pero aquí se ha hecho mucho trabajo. Las puertas, el techo y la zaga son de carbono. Añade aletas ensanchadas, morro de plexiglás y un color gris ratón que acentúa su fiereza. Dentro encontramos una jaula de seguridad, baquets, una caja de cambio con los recorridos recortados y un volante Momo.

No hay radio ni ningún equipamiento amenizador. Es un 911 puro al extremo. La mecánica está modernizada: en la zaga lleva un 3,8 litros de 320 CV, monta un diferencial con bloqueo y escape deportivo. El chasis es un KW Clubsport, las llantas Fuchs clásicas llevan semislicks de Michelin. Dentro, es como aparenta. La postura es casi perfecta, todo queda a la vista, el cambio justo a la altura de mi mano. El motor produce no pocas vibraciones, pero me sorprende lo fácil que se conduce: girar y cambiar de marchas es un juego de niños en este 911 de solo 1.075 kilos. Esta preparación acerca poderosamente a este clásico a lo que entendemos por un deportivo moderno.

VIDEO: ¡Este es el primer Porsche un millón!

Porsche 911 de 1977, de Emmerling

Durante tres años prácticamente se ha reconstruido pieza por pieza. Y modernizado. A primera vista parece un 3.0 RSR de competición, con el paragolpes con componentes de goma. Pero la ancha zaga la hereda de un 2.7 RS. El resto, es trabajo artesanal del más fino imaginable. Para Emmerling lo más importante era que este 911 se llevará con facilidad y la máxima eficacia. Lleva unos Bilstein, llantas ligeras BBS y los frenos grandes del Turbo 3.3. Bajo el capó, un 3,6 litros bóxer con árboles de levas especiales, encendido programable, cambio de cinco velocidades refrigerado con aceite y embrague deportivo.

Dentro, asientos Recaro y una gran luz que avisa cuándo hay que cambiar. Es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 5 segundos y alcanzar una punta de 270 km/h. El cambio inserta con una exactitud abrumadora. Cuando los semislicks llegan a su temperatura, el grip es elevadísismo. Permite jugar con la zaga y trazar las curvas con perfección. Una delicia.

Porsche 993 de Kaege de los años 60

Por fuera parece un clásico, pero lleva componentes de la carrocería en carbono, faros de LED con estética retro, intermitentes con apertura para refrigeración del modelo F, alerón trasero con look clásico y llantas de 17 específicas, en diseño Fuchs.

El 3,6 litros bóxer de seis cilindros eleva su potencia hasta los 300 CV. Un escape deportivo con dos salidas centrales se encarga de un sonido estremecedor. Dentro: cuero verde, revestimientos en verde, blanco y rojo, volante con airbag, instrumentación circular clásica y una radio Becker en lugar de navegador o climatizador. En marcha, es diversión pura: el chasis helicoidal KW pega el coche al suelo con uñas y dientes, los frenos lo detienen con tal garra que da mucho margen para apurar antes de cada curva. Es un coche perfecto para quemar rueda en circuito.

Porsche 911 Targa de 1974 Manus

La carrocería es tan bella que prácticamente está inalterado su aspecto. Está restaurada a mano, a primera vista parece que todo es original. Al segundo vistazo, uno ve nuevos paragolpes, y una chapa completamente trabajada. Las llantas son específicas, pero con estética Fuchs. Por dentro: amortiguadores Bilstein, nuevo brazo transversal para un 'handling' impecable. Los frenos llevan nuevos discos, más grandes. El 2,7 litros bóxer rinde 181 CV en lugar de 150. No parecen muchos, pero según Manus, alcanza los 245 km/h sin problemas.

Dentro lleva nuevos tapizados y cueros, parece nuevo. El velocímetro y el cuentavueltas van en verde. Añade un volante Momo. En marcha, los 181 CV empujan el ligero conjunto que da gusto, y suena que es una delicia. Este 911 frena como un 911 moderno. Las marchas insertan con precisión. Con las modificaciones del chasis, pasa por las curvas con diligencia, aunque nos es recomendable provocar sobrevirajes muy pronunciados. No lo necesita. Ya hay otros coches para eso. Este es para rodar rápido, pero con tiempo para admirar cada detalle.

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