Carlos Sainz estuvo a punto de no salir en el GP de Malasia
La salida del GP de Malasia fue caótica, y no sólo por el toque entre Vettel y Rosberg, sino también por otros incidentes que tuvieron lugar en la parrilla de salida. Felipe Massa se quedó parado al inicio de la vuelta de formación y Carlos Sainz estuvo a punto de no salir en el GP de Malasia.
El piloto español sufrió un problema mecánico en su STR11 cuando estaba esperando en la parrilla de salida a que el semáforo se pusiese en verde. El motor del Toro Rosso se paró y debió arrancarlo de nuevo con ayuda de su ingeniero desde el muro, algo que no fue nada fácil. El madrileño no esperaba que la carrera comenzase, ya que él estaba parado en la parrilla... pero afortunadamente el problema se resolvió a tiempo.
"Normalmente, cuando clientas el embrague y lo haces de forma demasiado agresiva, entra el sistema anticalado. Esta vez, no sucedió, lo que fue sorprendente, pero nos las arreglamos para volver a encender el motor con lo único que tenemos en el volante para hacerlo", ha declarado Sainz a 'Autosport'.
Curiosamente, esto mismo no funcionó en una carrera anterior, pero esta vez, al segundo intento, se encendió el motor. En cuanto se apagaron las luces del semáforo de salida, Carlos pudo comenzar la carrera.
"Probablemente estaban esperándome. Creo que pensaron en sacar la bandera amarilla para hacer la vuelta de formación. No entiendo cómo las luces del semáforo empezaron a apagarse cuando había un coche parado completamente en pista. Me sorprendió que la carrera empezara", explica Carlos.
Sainz finalmente acabó el GP de Malasia en la undécima posición, fuera de los puntos. Su Toro Rosso, con motor Ferrari de 2015, no pudo superar al resto de coches que cruzaron la línea de meta entre los diez primeros clasificados, como por ejemplo el Renault de Palmer o el McLaren de Button, décimo y noveno respectivamente.
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