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BMW Turbo, 50 años de exitosa historia en competición

BMW Turbo
Los motores BMW Turbo llevan tomando parte en carreras de distinta índole mucho tiempo, concretamente 50 años. Por ello, éste es el momento ideal para hacer un repaso de los más importantes.

Corría el año 1969 cuando el primer motor BMW Turbo se presentó en el mundo de la competición. Hace, por tanto, 50 años de aquello, momento ideal para hacer un repaso de las mecánicas más importantes que la marca alemana ha dispuesto en las carreras con esta configuración. La primera de todas fue la conocida como M121. Tenía cuatro cilindros y 2.0 litros. Con este motor, Dieter Quester ganó el Campeonato de Europa de Turismos al volante de un BMW 2002 TI. Desarrollaba 280 CV.

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Siete años después, BMW dispuso uno de sus motores turboalimentados más potentes de todos. Se trata del M49/4, que equipó el BMW 3.0 CSL en las 24 Horas de Le Mans de 1976. Con sus 3.2 litros de cilindrada fue capaz de desarrollar la friolera de 750 CV. Por desgracia, problemas técnicos impidieron al modelo alemán lograr un buen resultado en la carrera gala. Un año después debutó el M12/12, que impulsaba el BMW 320 Grupo 5 con sus 400 CV, aunque poco después Paul Rosche desarrolló el concepto hasta superar los 500.

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Otro Grupo 5, en esta ocasión el BMW M1, fue el que tuvo el honor de contar con el primer motor BMW Turbo en alcanzar los 1.000 CV. Fue el M88/2. Poco después conocimos uno de los más famosos motores de la firma teutona, el M12/13. Apareció en 1981 y se basaba en el propulsor del BMW 320 Grupo 5 que antes nombrábamos. Con una cilindrada de 1.5 litros, debutó en Fórmula 1 de la mano del equipo Brabham. En 1982 Nelson Piquet logró la primera victoria de esta mecánica en la máxima categoría, algo que completaría con la obtención del título mundial un año después. Su potencia era de 640 CV, una cifra que se quedaba muy lejos de los 1.400 CV que fue capaz de entregar su sucesor, el M12/13/1, durante las sesiones de clasificación. Lo usaron otros equipos como ATS, Arrows o Benetton.

De la época dorada de la Fórmula 1 saltamos a los primeros años de la presente década. En 2011 y 2012 los motores P14 y P13 fueron los que impulsaron al Mini en el Campeonato del Mundo de Rallys y al BMW 320TC en el Campeonato del Mundo de Turismos. En el caso del Mini, se basaba en el motor de producción del Mini Cooper S, mientras que en el 320 TC alcanzaba una potencia de 320 CV a pesar de tener una cilindrada de 1.6 litros.

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El siguiente de los motores BMW Turbo del que vamos a hablar es del P63, equipado en el BMW M6 GT3. Basado en el S63 de producción, se trataba de un V8 de 4.4 litros capaz de generar 585 CV. Esta combinación coche-motor aún está vigente, y puede presumir de haber ganado las 24 Horas de Spa-Francorchamps en dos ocasiones y la Copa del Mundo FIA GT en Macao.

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Por último tenemos el P63/1, que parte de la misma base que el anterior aunque con una cilindrada reducida hasta los 4.0 litros para cumplir con la normativa de la categoría GTE del Campeonato del Mundo de Resistencia. Lo lleva el BMW M8 GTE, y genera entre 500 y 600 CV en función del momento. Hasta ahora, su mayor éxito ha sido ganar la categoría GTLM en las 24 Horas de Daytona este mismo año 2019.

Ya que hemos llegado hasta aquí, ¿quieres saber cuál es tu coche ideal?

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