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BMW Serie 1 M Coupé: tu primer deportivo con ‘pedigrí’

Sólo con oír “M” o ver esta letra estampada en una carrocería, a los entusiastas de BMW (y de los coches deportivos ‘de raza’) se les acelera el pulso. Ahora, tienen una nueva versión para incluir en su carta a los Reyes Magos: el Serie 1 M Coupé, el más pequeño de la gama, puesto a punto -no podía ser de otra forma- en Nürburgring.

Llega un nuevo superdeportivo: BMW acaba de presentar la versión M para el Serie 1 Coupé, que AUTO BILD ya ha probado. “Prestaciones propias de la competición automovilística en un vehículo desarrollado para el uso diario”, promete el fabricante, que ofrece en el segmento de los compactos el primer modelo de estas características.

Las cifras de su motor biturbo 3.0 de seis cilindros en línea (modificado para estar a la altura de un circuito de carreras) garantizan sensaciones; si no te lo crees, echa un vistazo: 340 CV, un par máximo de 450 Nm (500, con la función overboost) entre 1.500 y 4.500 rpm, una relación peso/potencia de 4,4 CV/kg, un paso de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos... “¿Y el consumo?”, te preguntarás. Es de 9,6 l/100 km (se ha aplicado la estrategia EfficientDynamics de BMW), mientras que las emisiones llegan a los 224 gramos de CO2 por kilómetro. Pero será de lo último que te preocupes cuando pises el acelerador y veas que la aguja sube sin esfuerzo.

Su dinamismo está presente en la carrocería: atlética, musculosa, esculpida... y con tres impresionantes tomas de aire frontales; por primera vez en un coche fabricado en serie se utilizan las air curtains, que optimizan las propiedades aerodinámicas. Las dos entradas laterales canalizan el aire, que se guía a través de dos tubos por el interior del faldón delantero, hasta los pasos de rueda.

Este Serie 1 mide 4.380 milímetros de longitud y es el modelo más corto y bajo (1.420 mm) de la gama M. Su anchura es de 1.803 mm, 55 más que el 135i, ya que hay una mayor distancia entre los neumáticos de ambos ejes. Esta solución ha sido aplicada específicamente en este coche, con el fin de mejorar su comportamiento dinámico.

En el lateral destacan los pasos de rueda, la marcada línea de cintura y las branquias cromadas, que alojan el logotipo “M”. Un deflector, situado sobre la tapa del maletero, logra que la zaga tenga una mayor adherencia a alta velocidad. Dos escapes dobles cromados rematan la trasera.

Los componentes del chasis se han desarrollado según el proceso de la división M de BMW, orientado a la competición. De hecho, muchos elementos fueron creados para el M3 y, tras adaptarlos, se utilizaron en el Serie 1 M Coupé. El reglaje de la suspensión (con buena parte de sus piezas en aluminio) se puso a punto en el trazado norte de Nürburgring, donde los 1.495 kilos del vehículo dieron lo mejor de sí. También brilló el sistema M de bloqueo variable del diferencial, que optimiza la tracción sobre cualquier tipo de calzada. Así, incrementa las cualidades dinámicas del modelo, con propulsión trasera. Los frenos de alto rendimiento, con discos autoventilados y taladrados, la dirección asistida en función de la velocidad y los múltiples dispositivos que ofrece el coche (control automático de la estabilidad, control dinámico de los frenos, asistente para el arranque en pendiente y para el frenado en curvas, ABS...) completan el conjunto. Además, el botón M Dynamic Mode sube el umbral de intervención del sistema de estabilización.

En el interior, los colores y materiales exclusivos se combinan con el típico cuadro de mandos M: esferas en color gris, agujas en rojo e iluminación blanca para las escalas. La del velocímetro llega a los 300 km/h, aunque está limitado electrónicamente a 250 km/h. En el volante, la tecla M activa inmediatamente una línea más deportiva del sistema de control del motor, el complemento perfecto para un cambio manual se seis marchas con una palanca especialmente corta.

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