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Así se destroza un Pontiac (sin piedad)

El propietario de este Pontiac ha destrozado su coche. Bueno, en realidad para él es incluso un coche de exposición, y es que está claro que "para gustos, colores". En fin, podéis juzgar vosotros mismos.

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"Para gustos colores", "el libro de los gustos no está escrito" o "hay gente para todo". Todas estas expresiones hablan de lo mismo y sí, las tres tienen razón. Pero claro, hay cosas que llaman poderosamente la atención y que cuesta comprender que a alguien, le puedan resultar atractivas. Este es un gran ejemplo, pues el propietario de coche en venta asegura que se trata de un coche de exposición. Nosotros hemos preferido llamarlo de otra manera: así se destroza un Pontiac.

A estas alturas hemos visto prácticamente de todo en el mundo de las preparaciones particulares pero esto, supera los límites. El dueño de este Pontiac tenía un bonito coche pintado en azul, y ha preferido destrozarlo. Empezando por el capó, el cual tiene un esquema extraño y una frase motivadora. Siguiendo por los pasos de rueda, cromados y poco atractivos. Y acabando por el alerón, que no cuadra con el resto.

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Aunque el interiro se lleva la peor parte. Sí, tras el dudoso exterior, entramos en el habitáculo de este Pontiac que más parece el salón de una casa que el interior de un coche. Los asientos parecen los sillones que hay colocados junto a la televisión, y el resto igualmente no parece tener mucho sentido colocado justo en el lugar que está colocado. Una extraña forma de retocar el interior de un vehículo.

Como decimos, el propietario habla de él como un coche que puede ocupar la exposición de cualquier evento. Y es que hemos sabido de su existencia porque está puesto a la venta. El dueño pide por él unos 8.000 euros, añadiendo que puedes utilizarlo para ir al trabajo o para lo dicho, exponerlo en un evento.

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