1.000 días para pintar tu coche
Prácticamente cualquier elemento de un coche, por nimio detalle que parezca, tiene detrás una historia larga, de estudio, pruebas y desarrollo. Si hablamos de la pintura, uno de los aspectos más visuales de cada modelo, estamos en un nuevo nivel. En Seat saben el mimo que hay que dar a este factor, así que nos han contado el viaje de 1.000 días que hace la pintura hasta llegar a su formato final.
VÍDEO: 1.000 días para pintar tu coche
Tres años de desarrollo, “investigación y sensibilidad para captar las tendencias del mercado”, apuntan desde la marca. Se comienza con un estudio de mercado y pasa por multitud de fases hasta llegar al producto final. Jordi Font, del departamento de Color&Trim de Seat, reafirma: “El color es algo que nace de dentro”.
Para empezar hay que analizar las tendencias del mercado, se proponen diversas paletas de colores y se emplean 1.000 litros de pintura en conseguir la tonalidad final. “Además de seguir las modas, la definición de un nuevo tono es también algo muy intuitivo. Se tiene que sentir el pálpito de la calle y plasmarlo”, apunta Font.
De hecho, en el laboratorio prueba una gran cantidad de mezclas para dar con el tono adecuado. “Con la mezcla de 50 pigmentos diferentes y partículas metálicas se han acabado creando casi 100 variaciones de un mismo color para ver qué matiz encaja mejor”, explica Carol Gómez, también del departamento de Color&Trim. A continuación se comprueba que el color que se aplica corresponde con el diseñado al exponerse tanto al sol como a las sombras.
Y ya e el taller, 84 robots se encargan de pintar los coches a temperaturas de entre 21 y 25 grados en un proceso que dura unas seis horas, aplicando siete capas distintas y un esmalte final (se emplean 2,5 kilos) que luego se secan a 140 grados.
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