Contaminación en Madrid: un problema que no se soluciona
Diego de Arístegui
Hace unos meses fuimos testigos de la entrada en vigor de los protocolos para evitar que Madrid supere los baremos máximos de contaminación atmosférica. Limitación de la velocidad en la M-30, prohibición de aparcar en las zonas residenciales e incluso estuvimos a punto de asistir al Escenario 3, que limitaba la circulación de coches según su matrícula. Tras pasar todo esto, la principal reflexión es que la contaminación en Madrid es un problema que no se soluciona.
Pese a los esfuerzos realizados desde el Ayuntamiento de Madrid, la realidad es que en cualquier momento podemos volver a vernos inmersos en alguno de los protocolos porque la contaminación sigue estando presente en el aire de la capital española. De hecho, parece que con el paso de los días, las vistas de Madrid desde la periferia cada vez son más borrosas.
Buena muestra de esta coyuntura es lo que señaló Inés Sabanés tras decretar el Escenario 1 por primera vez: "El volumen de tráfico ha sido el mismo que el de otros días, aunque en algunas zonas se ha registrado un descenso de la velocidad media". Lo mismo sucedió con la contaminación, ya que en las dos ocasiones que se decretó el primer escenario, pocos días después pasamos al segundo nivel.
No es de extrañar que en las próximas semanas, sobre todo ahora que viene la época de compras navideñas cuando mucha gente coge el coche para ir a los respectivos centros comerciales para ejercer su labor como rey mago o Papá Noel, el Ayuntamiento de Madrid vuelva a ver niveles de contaminación altos en la capital. Un problema serio cuya solución a día de hoy parece muy complicada.
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